El homenaje iba a realizarse en una plaza del sur de la capital riojana, pero tuvo que ser suspendido por una manifestación en contra de la minería en la provincia. Cristina y Néstor Kirchner habían ido en combi desde su hotel hasta la Plazoleta Benjamín Rincón, donde el gobierno provincial instaló una escultura en memoria del obispo. El matrimonio presidencial alcanzó a bajar del vehículo y observar el algarrobo donde Angelelli celebró una misa en 1971. En ese momento llegaron al lugar varios manifestantes en medio de gritos, lo que forzó a la comitiva a subir rápidamente a los vehículos y partir hacia el polideportivo. “Estábamos con nuestras pancartas y gritamos por el agua y la vida, en contra de la minería”, expresó Cecilia Matta, dirigente de una de las asambleas que rechazan los proyectos mineros a cielo abierto. Antes de regresar a Buenos Aires, la mandataria dijo que en la plaza “las garantías (de seguridad) no estaban dadas”, aunque sostuvo que “sólo se registraron expresiones de afecto de muchos riojanos que quisieron saludarme o sacarse una foto”.