El diputado del peronismo disidente Felipe Solá calificó como “nueva inquisición” la actitud oficialista de criticar la reunión que él y otros referentes de su espacio político mantuvieron el pasado martes con el CEO de Clarín, Héctor Magnetto. “El Gobierno tiene mala memoria e intenta crear una cultura del combate que se transforme finalmente en una inquisición, en la cual están los buenos y los malos”, sostuvo. En ese sentido, indicó que “una cosa es irritar al Gobierno, lo cual no es nada difícil, y otra que haya una especie de escándalo, de gente que se rasga las vestiduras diciendo que esto hay que aclararlo”. La respuesta de Solá funcionó también como confirmación porque ninguno de los participantes en ese cónclave había hablado en público. “El señor Magnetto quería escuchar qué opinábamos de diversos temas”, reconoció Solá, y agregó que cuando se reúne con empresarios de medios cercanos al Gobierno “no llama la atención”.