“Siento una ausencia profunda, un agujero en el alma, pero el liderazgo de Cristina (Fernández) es irrefutable, nadie puede poner en duda sus principios y la capacidad de gobernabilidad que demostró durante todo este tiempo.” Así se refirió ayer el diputado porteño del Frente para la Victoria Juan Cabandié, sobre el fallecimiento de Néstor Kirchner, minutos antes de que una columna de La Cámpora partiera rumbo a Plaza de Mayo.

Cerca del mediodía, militantes de La Cámpora –agrupación creada por Máximo, hijo del matrimonio presidencial– se acercaron al bunker ubicado en Piedras al 600, en San Telmo. El shock se reflejó en los rostros de todos los jóvenes, en un silencio absoluto que sólo se interrumpió ante algún llamado telefónico. Un poster de El Eternauta de Oesterheld con el rostro del ex presidente colgaba de una de las ventanas del local, similar al que circuló en el acto del 14 de septiembre en el Luna Park, donde la Presidenta le habló a la Juventud Peronista. Esa fue la primera aparición pública de Kirchner luego de someterse a una angioplastia coronaria en la clínica Los Arcos.

De aquel día, Cabandié recordó que Kirchner no dejaba de bromear. El legislador porteño y el ex presidente conversaron, por última vez, al día siguiente del acto que se realizó en la Federación de Box de Río Gallegos en apoyo al gobernador santacruceño Daniel Peralta. “Estaba entusiasmado con las encuestas, a nivel nacional duplicaba a Macri. Era un apasionado de la política”, destacó Cabandié y reconoció que va a llevar “mucho tiempo recuperarnos de esta gran pérdida, pero eso no significa que haya un retroceso en la Argentina”.

Los militantes de La Cámpora comenzaron a caminar entonando la Marcha peronista y arribaron a Plaza de Mayo, cerca de las 17, cantando: “Resistimo’ en los ’90 / volvimo’ en el 2003 / junto a Néstor y Cristina / la gloriosa JP”.