Marta María Caamaño relató por primera vez el miércoles distintas gestiones que realizó luego del secuestro de su compañero, Mauricio Polcarak. Habló de sus averiguaciones en la embajada norteamericana, ante la Embajada de Israel, de la DAIA o de las búsquedas a través de la Cruz Roja Internacional. En la Embajada de Estados Unidos se reunió con el diplomático Ted Harris. Cuando ella le informó que Mauricio era de Vanguardia Comunista, él le dijo: Ejército, 1er. Cuerpo. Las reuniones fueron “muchísimas”, dijo ella. La embajada la convocaba cada vez que había alguna reunión con comisiones internacionales para que hablara de su caso. “Aun así, nunca hicieron ninguna gestión para averiguar más sobre el paradero”, señaló la mujer ante una pregunta del juez Leopoldo Bruglia. “La AMIA y DAIA, nada –dijo–, tomaban las denuncias pero nada más, recién hace muy poco volvimos a tener comunicación porque querían buscar los restos de los desaparecidos para darles sepultura judía, con lo cual acordé.”