El Fino y el finado. Por primera vez, la CIE empezó puntual y comenzó con una denuncia del legislador de Proyecto Sur Fabio Basteiro, quien levantó en alto una foto blanco y negro de Emilio Massera con Jorge “Fino” Palacios. “Si en el año 1984, Palacios entra con Massera (como custodia, compañía, tendrá que explicarlo él), no era un pichi que recién comenzaba como nos quieren hacer creer desde el PRO”, sostuvo Basteiro. “Según el legajo de Palacios, prestaba funciones en la Comisaría 6ª. ¿Cómo se justifica que un oficial vestido de civil esté junto a una de las cabezas de la junta militar cuando todavía el poder militar estaba intacto?”

Socios. Diego Kravetz despertó risas cuando preguntó por la compra de un software de liquidación de sueldos. Costó 242 pesos. La factura estaba a nombre de “Macri & Asociados SA”.

Empanadas. Cuando el hambre atacaba, a las 15, la secretaria de la CIE, Gabriela Cerruti, compró una generosa dotación de empanadas. El macrista Fernando de Andreis, en un acto de hombría de bien, le convidó a la prensa. “Agarre una empanada y no el micrófono”, le recomendó Martín Hourest a Martín Ocampo, cuando interrumpió por décima vez las preguntas.

Sin voz. María José Lubertino había intentado hablar en una sesión anterior, pero súbitamente la CIE se quedó sin quórum y no pudo. Esta vez, los macristas argumentaron contra su participación, ya que no es miembro de la CIE. “¿A qué le tenés miedo?”, se enfureció la kirchnerista, quien finalmente tuvo que plantear sus preguntas a través de Juan Cabandié.