La legisladora de Proyecto Sur Delia Bisutti presentó un pedido de informes por la obra del arroyo Maldonado, en la que preguntó por las modificaciones al plan original. Desde la gestión PRO, le contestaron con una larga evasiva, aunque terminaron admitiendo que el proyecto fue modificado en forma inconsulta. Sostuvieron que se hizo por “la disponibilidad de información adicional”. “En ningún caso se modifican las características generales, funcionales u operativas de la obra”, arguyeron. Y dijeron que “no fueron comunicadas a la Legislatura por entender que no resultan de su competencia”. También aseguraron que sus estudios aseguran “la no contaminación del acuífero Puelche” y que no se modificó la profundidad de la excavación. “Lo que alcanza los 55 metros es la fundación en el manto de arcillas”, afirmaron desde la gestión PRO. “La solución desarrollada es mejor desde el punto de vista ambiental”, estimaron. Bisutti inquirió si se habían hecho estudios para determinar si los edificios o torres por los que pasaba la obra podían sufrir riesgo estructural, pero el Ejecutivo consideró que la pregunta “es abstracta” dado que el pozo ya pasó por debajo y no se cayeron. Sobre el requerimiento de que hubiera un arqueólogo o un paleontólogo en la excavación, por el posible hallazgo de restos óseos, el gobierno macrista respondió simplemente que “no se consideró en ese momento exigir a la contratista la incorporación de especialistas en arqueología y paleontología”.