El entredicho diplomático en el que se enzarzaron la Argentina y los Estados Unidos continúa, a pesar de los intentos de ambas partes de enfriar la situación. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, insistió con que “hay una ley argentina que hay que cumplir en el marco de la soberanía nacional” y que, dada la situación, “es atribución de la Aduana decomisar el material y disponer de él hasta llegar a su propia destrucción”. Desde Estados Unidos, el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley, calificó esa posibilidad como “desafortunada” y agregó que Washington no tiene “nada por qué pedir disculpas”, aunque manifestó su voluntad de “resolver el problema” a la brevedad. Por otra parte, los precandidatos presidenciales Mauricio Macri (PRO) y Ernesto Sanz (UCR) aprovecharon el episodio para atacar al gobierno nacional.

“Hay una ley argentina que hay que cumplir en el marco de la soberanía nacional que tienen que respetar de nuestro país, como nosotros respetamos la de otros países”, se plantó Fernández ante la polémica. En declaraciones radiales, el funcionario sostuvo en ese sentido que “si se declara una importación y se trae otra cosa es atribución de la Aduana decomisar el material y disponer de él hasta llegar a su propia destrucción”, aunque no aclaró si esa medida está en los planes inmediatos.

El jefe de Gabinete, además, aprovechó la ocasión para atacar a ciertos medios que denunciaron la existencia de un “incidente diplomático” entre Washington y Buenos Aires, a los que calificó de “chupamedias del gobierno” norteamericano. “¿Qué hubiera sucedido si un avión argentino hubiera ido con hombres de las Fuerzas Armadas o de seguridad a Estados Unidos con la misma carga que decomisamos? Hubiéramos tenido a todos los chupamedias diciendo: ‘¿Cómo van a ir con carabinas, aparatos para interceptar comunicaciones? Son unas bestias. ¿Cómo no analizaron eso y pidieron permiso?’”, reflexionó.

Desde Washington repudiaron la posibilidad de que sea destruido el material decomisado, el jueves pasado, del avión de carga militar por no haber sido declarado debidamente. “Eso sería desafortunado”, sostuvo el vocero Crowley, que insistió en que los materiales “sensibles” en cuestión son los que “normalmente son llevados a los países durante los programas de entrenamiento” como el que estaba pautado. “Creemos que fueron incautados de forma inapropiada”, redobló. De todas formas, remarcó que los Estados Unidos y la Argentina tienen “una larga historia de cercana cooperación”, por lo que van a continuar “trabajando lo mejor posible para poder resolver este problema”.

En ese contexto, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, calificó de “papelón internacional” el entredicho, al que comparó con “la valija de Antonini Wilson” y el avión que partió de Morón con casi una tonelada de cocaína rumbo a España, a fines del año pasado. “Tenemos que tener buenas relaciones con Estados Unidos y el mundo entero, y esto que sucedió no nos deja bien parados frente a los ojos de los demás países”, aconsejó. Por su parte, el radical Ernesto Sanz sostuvo que “si hubiera elementos objetivos que demostrasen una irregularidad en el envío que hizo EE.UU., el Gobierno debería actuar con absoluta firmeza. Pero esto debería hacerse en el ámbito natural de las relaciones exteriores, que es la diplomacia, y no en los estudios de televisión”.