La presidenta Cristina Fernández anunció en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación que desde el próximo lunes la elaboración y emisión de los nuevos pasaportes, que se entregarán en un plazo máximo de 15 días, quedará a cargo del Ministerio del Interior. Entonces, la confección de estos documentos y de las cédulas de identidad dejarán de estar en la órbita de la Policía Federal. La jefa de Estado manifestó que se decidió llevar adelante la reestructuración de la Policía Federal (el traspaso de la documentación) “para poner menos gente en sector administrativo y más gente en calle y comisarías”.

A partir de la próxima semana, la Policía Federal dejará de confeccionar y emitir los pasaportes. Estos documentos estarán en manos del Registro Nacional de las Personas (Renaper), organismo dependiente del Ministerio del Interior que también emite el Documento Nacional de Identidad. “He tomado la decisión de que pasaporte, cédula y DNI pasen adonde tiene que estar, que es el Ministerio de Interior, donde corresponde por ley y por lógica organizativa y funcional”, indicó la mandataria.

Tal como había informado Página/12, la iniciativa estuvo sobre la mesa de trabajo desde hace más de un mes en una comisión interministerial, conformada por la cartera de Seguridad y del Interior. La decisión, finalmente, logró sacar el área de documentación de la órbita policial. La medida puede leerse como una “pérdida del control” que poseía la Policía Federal sobre los datos de todos los ciudadanos, incluso de aquellos que no poseían antecedentes o nunca pisaron una comisaría, explicaron fuentes del área. De modo que el anuncio oficial “rompe con una tradición de control del ciudadano”, señalaron las fuentes. Y más agentes volverán a tareas de seguridad.

En ese marco, la jefa de Estado anunció que el Ministerio de Seguridad, a cargo de Nilda Garré, llevará adelante una reestructuración de la Policía Federal con el objetivo de aumentar el número de efectivos en calles y comisarías. En ese contexto, puntualizó que habrá más policías en la calle “porque no sirve que estén escribiendo a máquina”, en referencia a las tareas que llevaban adelante en el edificio de Azopardo.

A partir del 7 de marzo, los ciudadanos podrán empezar a tramitarlo en los Registros de las Personas de las distintas provincias, es decir en las más de 1500 oficinas en todo el país que tienen el Renaper y el Ministerio del Interior conjuntamente.

El nuevo pasaporte tardará como máximo 15 días en ser entregado y se enviará a la casa del solicitante, por Correo Argentino, tal como sucede con la tramitación del DNI. La medida contempla además la ampliación de la validez del pasaporte de 5 a 10 años. El viejo pasaporte tendrá vigencia hasta su vencimiento. Y aquellos que inicien el trámite en el Registro Civil con el DNI viejo se les entregará el pasaporte, el Documento Nacional de Identidad y la cédula, confeccionados por el nuevo sistema. Los pasaportes que emitirá en Renaper, por ahora, tendrán el mismo formato que el actual, aunque es posible, según averiguó este diario, que se rediseñe en el futuro. El trámite costará 130 pesos, igual que ahora.

El costo para el Estado es “prácticamente cero”, dado que lo hará el mismo personal encargado de la confección del DNI. “Se imprimirá en la fábrica de documentos, en Parque Patricios, del Registro Nacional de las Personas. Hasta ahora lo hacía la Policía Federal, en Azopardo”, señaló una fuente del Ministerio del Interior. La fuerza le traspasará los materiales del proceso de la confección. El proceso –la toma de huellas dactilares y la firma– será todo en formato digital y tendrá las medidas de seguridad como los actuales.

Por otra parte, la Presidenta destacó que en el último año se entregaron 5,8 millones de documentos de identidad nuevos confeccionados “con software argentino e impresos por el propio Estado, sin tercerizados”. Y, además, recordó que “en un momento se habló de mil millones de dólares a compañías extranjeras” para hacer los DNI.