El ex superintendente de Servicios de Salud Héctor Capaccioli tuvo una noticia a favor y otra en contra. La Sala II de la Cámara Federal confirmó su procesamiento por malversación de fondos de la caja chica del organismo que dirigía, que destinó a “gastos de cortesía y homenaje”. El tribunal cita compras de camisas, camperas, ropa deportiva, ropa femenina, calzado y hasta juguetes. A su vez, los camaristas anularon su procesamiento por otorgamiento irregular de subsidios (de programas de prevención de salud) por 50 millones de pesos a 52 obra sociales, porque encontraron contradicciones argumentales en el fallo. El juez Norberto Oyarbide deberá dictar un nuevo pronunciamiento. En cuanto a Capaccioli, la Cámara aún tiene pendiente pronunciarse sobre su posible participación en una maniobra de lavado de dinero donde está en duda el origen de los fondos aportados a la campaña presidencial del Frente para la Victoria en 2007. La Cámara resolvió también que seguirá detenido el dueño de la droguería San Javier, Néstor Lorenzo, implicado en negocios con la obra social bancaria, pero resolvió liberar a su socio Carlos Torres, y a José “Tito” Di Leva, ex titular de la firma en 2007, le concedió la exención de prisión. En otra resolución anuló el procesamiento de Juan José Denaro, de la Mutual de Agua y Energía de Mendoza, y tomó la misma decisión sobre Rubén Romano y su hijo Diego, dueños de la droguería Romalá, a quienes dejó en libertad.