Quienes lo conocen describen a Rodrigo Lugones como un consultor de marketing frío, que no se casa con el candidato. En su currículum en la red Linkedin, en cambio, él recuerda que “su pasión por la política empezó cuando tenía ocho años, en 1983, con el retorno de la democracia”. De familia radical, durante su paso por el Nacional de Buenos Aires militó en Franja Morada. Quizá fueron los contactos de su padre, Mario Lugones –se lo asocia a Enrique “Coti” Nosiglia–, los que le permitieron trabajar en la campaña presidencial de Fernando de la Rúa. Luego vinieron el PRO y Jaime Durán Barba.

Su currículum, en inglés, lo presenta como director ejecutivo de Durán Barba y Asociados y señala que es un “consultor en asuntos internacionales en la Ciudad de Buenos Aires” y que es el “jefe del staff del líder de mayorías en Buenos Aires”. En el PRO aseguran que no tiene un trabajo en el gobierno porteño, aunque sí fue asesor del macrismo en la Legislatura.

Lugones se acercó al macrismo en 2004, cuando comenzó a trabajar como asesor del entonces legislador Diego Santilli. Fue virtualmente su jefe de despacho por tres años, hasta que en la campaña de 2007 lo conoció a Durán Barba. El gurú ecuatoriano había explicado que se habían visto cuando fue su alumno en el posgrado de management político de la George Wa-shington University. En su libro El arte de ganar, Durán Barba incluye a Lugones entre los agradecimientos, como uno de los que “aportaron con el punto de vista de una nueva generación de consultores”. Lugones trabajó en 2004 en la campaña del candidato demócrata John Kerry. Con Durán Barba, Lugones empezó a trabajar por toda América latina. La denuncia por la campaña sucia lo encontró en México, donde trabaja para el Partido de Acción Nacional (PAN).