–¿Qué diferencia notó entre esta campaña y las anteriores?

–Siento que estoy mucho más segura. El tiempo ha mejorado mi capacidad de hacer propuestas para una provincia que no ha progresado nada.

–Usted no quería postularse de nuevo a gobernadora, pero finalmente lo hizo. ¿Le costó mucho decidirse?

–Sí, porque sentía que lo de la provincia ya estaba agotado. Ahora estoy feliz porque siento que al Frente y a Binner le aporto mucho más que si estuviera con él en la fórmula.

–En el 2003 fue candidata del radicalismo, en 2007 se postuló con Elisa Carrió y ahora con el FAP. ¿Qué garantiza que dentro de cuatro años siga en ese mismo espacio junto a Binner?

–De manera autocrítica, agregaría que también formé parte de la Alianza e integré hace dos años el Acuerdo Cívico y Social. El Frente es un aglutinamiento de fuerzas políticas y sociales y de personas independientes que quieren producir un cambio en la política. Su futuro dependerá de lo que seamos capaces de hacer para crecer en conjunto y de poder elaborar un programa que le dé unidad a lo diverso. Lo bueno es que Binner es una persona que no agota su proyecto en octubre

–¿Cómo explica que Proyecto Sur no se haya integrado al FAP?

–Me cuesta explicarlo porque me cuesta entenderlo. Proyecto Sur no aceptó que todos en el Frente teníamos igualdad de condiciones.

–¿Qué daño le puede hacer al FAP en términos electorales el hecho de que Proyecto Sur presente candidatos propios?

–De acá a octubre, ninguno.

–¿La desilusionó Alfonsín?

–Y... sí. Teníamos un entendimiento bastante avanzado y hubo muchas reuniones donde el socialismo y el GEN planteaban ampliar el espacio hacia otras fuerzas de centroizquierda. Nos enteramos de casualidad que estaban conversando con De Narváez y una vez que ellos se inclinaron hacia ese lado se nos hizo inviable. En definitiva, creo que nos hicieron un favor.

–Le dejaron la provincia libre de candidatos radicales...

–Sí, en la provincia hay una sobreoferta de candidatos peronistas.

–¿Qué dice de la reunión de Binner con Moyano? Carrió la cuestionó.

–De Moyano podría decir muchísimas cosas, pero de la reunión no. Binner está trabajando seriamente para construir un proyecto de país y no puede no reunirse con el jefe de la CGT; también se reunió con la Mesa de Enlace del campo, con la CTA, con la Unión Industrial...

–De ser porteña, ¿qué hubiera votado en el ballottage: Macri o Filmus?

–Hubiera sido candidata y entrado yo en la segunda vuelta.

–¿Y si hubiese una segunda vuelta entre Cristina Fernández y Alfonsín?

–Vamos a entrar nosotros en la segunda vuelta.

–¿En ese caso se sentarían a negociar con Alfonsín y también con Duhalde?

–No creo que los dirigentes sean los dueños de los votos; eso es un acto de soberbia. Sí creo que hay que impulsar mecanismos de construcción de consensos; no concibo un gobierno como el de Cristina, que no se reúne con los líderes de la oposición.

–¿A qué atribuye la alta intención de voto de la Presidenta y de Scioli?

–Creo que hay varias razones. Una es que la sociedad tiene un bajo nivel de exigencia hacia los políticos. También hay méritos: Scioli es una persona de diálogo y de una afabilidad en su manera de ser que la gente valora y Cristina tiene el valor de su liderazgo y su autoridad, que hay personas que también aprecian. Además, las últimas elecciones han demostrado que ganar a los oficialismos es bastante difícil.

–¿El FAP confronta con el Gobierno o con las otras opciones opositoras?

–Establecemos diferencias con todos y tratamos de demostrar que hay opositores son mucho menos diferentes de lo que plantean; entre Scioli, De Narváez y Amadeo no hay diferencia. Nosotros planteamos un proyecto de país diferente; nuestro modelo es el de Santa Fe, donde se demuestra que se puede gobernar con compromiso social, sin discrecionalidad en el manejo de los recursos y que se pueden hacer cosas sin robar.