El proyecto que les quita a los docentes la atribución de evaluar a sus pares comenzó a tratarse en la Comisión de Educación y el martes próximo podría tener despacho de comisión. Allí, se presume, habrá un dictamen de mayoría y otro de minoría. Uno del oficialismo, con la cuestionada reforma, y el otro por la oposición. De esa manera quedaría habilitado su tratamiento en el recinto.

El PRO tiene 24 legisladores, por lo que necesita reunir otros siete votos para conseguir la mayoría. Eso si todos los diputados se presentan a votar. Si no, necesitaría menos. Se presume que tiene chances de obtenerlos, ya que, de otra manera, no hubiera avanzado con un proyecto que ya le generó un conflicto.

Lo que alimentó esa especulación es la firma que el diputado Juan Pablo Arenaza, de la Coalición Cívica, le puso a la iniciativa PRO. Arenaza pertenece al sector del partido que responde a Patricia Bullrich, que en los últimos tiempos coquetea con el macrismo. De ahí que el ministro de Educación lo quiere presentar como un proyecto respaldado por más de una fuerza.

El proyecto también podría sumar a los dos diputados denarvaístas (Daniel Amoroso y Mónica Lubertino).

“De todas maneras, como al despacho del oficialismo le vamos a hacer observaciones, van a necesitar dos tercios del cuerpo para tratarlo, es decir, cuarenta votos”, comentó a Página/12 Laura García Tuñón.

En la oposición sospechan del apuro del oficialismo por tratar el tema antes del 10 de diciembre, cuando se renueva el cuerpo. Es que en esta época se distribuyen cargos entre los legisladores que dejan su banca y algunos pueden obtener ventajas con un voto positivo. Habrá que ver cómo votan.