EL PAíS • SUBNOTA › UN DIRECTOR DE BOLDT DECLARO EN LA CAUSA Y TERMINO DENUNCIADO
Guillermo Gabella había dicho que Núñez Carmona, socio del vicepresidente, lo había presionado para que Boldt dejara la planta de la ex Ciccone. Pero un ex compañero suyo de militancia, a quien él mencionó en la declaración, lo desmintió. Tras un careo, fue denunciado.
› Por Irina Hauser
Guillermo Gabella, un director y operador de la empresa Boldt (a la que el Gobierno acusa de haber disparado las denuncias contra Amado Boudou), declaró como testigo el martes, citado por el fiscal Carlos Rívolo, y dijo que un socio comercial del vicepresidente, José María Núñez Carmona, lo presionó en una reunión para que esa imprenta dejara la planta de la ex Ciccone, que alquilaba durante el proceso de quiebra. Dijo que el intermediario que lo había convocado al encuentro fue Lautaro Mauro, a quien conocía de la militancia en el peronismo. Mauro fue llamado a declarar de inmediato y contradijo esa versión: afirmó que fue Gabella quien lo había llamado, y que quería contactarse con alguien del Gobierno para resolver cuestiones comerciales y de pagos pendientes a Boldt vinculados con la realización del censo. Ayer fueron careados, ambos reconocieron el encuentro, pero cada cual se mantuvo en su posición y Gabella terminó denunciado por falso testimonio por la defensa de Núñez Carmona. El juez Daniel Rafecas mandó a analizar sus llamados telefónicos. La semana próxima habrá nuevos testimonios.
Boldt SA, una importante imprenta a la que se vincula con el duhaldismo y con el negocio del juego, había alquilado la planta de la ex Ciccone en 2010, con la venia del Juzgado Comercial, cuando comenzó el proceso de quiebra, que fue levantada en un mes. La guerra comercial entre la actual CVS y Boldt es el trasfondo del caso, que tuvo su punto máximo en torno de la impresión de los billetes de 100 pesos, finalmente concedida a la ex Ciccone.
Gabella es un directivo de Boldt, mano derecha de sus dueños, quien se ocupa de las relaciones públicas. Fue el primer testigo citado por el fiscal Rívolo en la causa donde se investigan supuestas negociaciones incompatibles y lavado de dinero. Según su relato –que reprodujeron allegados a la investigación–, Gabella dijo que el 22 de octubre de 2010 tuvo una reunión en el Hotel Caesar Park a la que había sido convocado por Mauro con el argumento de que había gente que quería hablarle de Ciccone. Según declaró, pidió autorización y fue al lugar, donde se encontró con Mauro y lo esperaba Núñez Carmona, quien se habría presentado –de acuerdo con su versión– como “representante de las más altas autoridades del Gobierno”. Cuando le pidió precisiones, habría dicho que trabajaba con Boudou –entonces ministro de Economía–. “Compramos Ciccone”, dijo que le anunció Núñez Carmona. “Queremos que nos devuelvan la planta”, afirmó que le advirtió. Gabella sostiene que le contestó que llevaban tres meses de alquiler de los diez de contrato y que no tenía por qué irse, y que entonces su interlocutor lo habría amenazado con perseguirlo con la AFIP y complicarle la contratación para hacer los padrones (para lo cual competía con Ciccone y la Casa de Moneda). En su declaración agregó que sobre el final de la reunión presentó al director de legales de Boldt, a quien le había pedido –dijo– que se mantuviera a un costado durante el encuentro. Después de oír al empresario, Rívolo citó a Mauro de inmediato, quien reconoció que se conocían de la militancia en tiempos de la campaña porteña por las candidaturas de Daniel Scioli y Horacio Liendo. En eso y en la existencia de la reunión, fue en lo único que coincidió con su testigo antecesor. Dijo que había sido Gabella quien lo llamó a él y que le pidió que le consiguiera un contacto con el Gobierno para solucionar problemas técnico-comerciales vinculados con el censo. La defensa de Núñez Carmona dice que se refirió a problemas de cobros pendientes. Dijo, además, que no le habían presentado a ninguna cuarta persona en la reunión, en alusión al director de legales de Boldt, quien tendría que declarar la semana próxima. Mauro dijo que había armado la reunión con Núñez Carmona porque le parecía “la persona apropiada por su cercanía al Ministerio de Economía, a los secretarios y las máximas autoridades”. Pero no habría aludido explícitamente a Boudou. Dijo que no sabía qué función tenía Núñez Carmona en Economía, si es que la tenía.
En un momento de la declaración de Mauro, Rívolo le repitió tres veces si sabía que el falso testimonio tiene castigo penal. “Usted quiere que le diga lo que quiere o quiere que le diga la verdad”, dicen en la defensa de Núñez Carmona que lo cortó Mauro. Y siguió declarando. Las mismas fuentes aseguran que Mauro dijo que sólo se habló del censo en la reunión. Cerca del fiscal cuentan que cuando le preguntaron sostuvo que no se acordaba de qué más se habló.
El careo se hizo ayer a la mañana y además de Rívolo estuvo Rafecas. Gabella se mantuvo firme en que Mauro lo llamó y Mauro a la inversa. El primero dijo que hablaron de Ciccone, el segundo aludió al censo. El abogado Diego Pirota, que defiende a Núñez Carmona, puso en duda el testimonio de Gabella por ser parte interesada. Según su versión, trastabilló incluso cuando le preguntaron qué le había hecho suponer que la reunión sería jurídico-técnica.
El abogado Pirota denunció a Gabella por falso testimonio y la investigación quedó a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral. El papel de Carmona sigue bajo la lupa del fiscal y el juez. No estaría en duda su reunión con el hombre de Boldt, la pregunta que queda flotando es de qué se habló. Rafecas pidió las filmaciones del circuito cerrado del hotel y mandó a cruzar los números de teléfono de ambos, a ver si puede detectar de dónde partían los llamados.
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