- Eduardo Fidanza: Al acompañar la decisión del Gobierno, el radicalismo y el socialismo olvidaron un detalle crucial: sus votantes están en desacuerdo con la estatización de YPF. Radicales y socialistas terminaron apoyando al Gobierno y dándole la espalda a sus votantes. Esto tendrá un costo cuyo magnitud está por verse. La excepción fue el PRO, que debería fortalecerse como opción opositora.

- Luis Costa: La oposición apoya en su mayoría lo de YPF y queda así desdibujada. Todos los que no son gobierno están fuera de foco para la opinión pública y nadie quiere pasar a la historia poniéndose en contra de lo que casi todos apoyan hoy. El desafío de estos grupos es el mismo, lograr visibilidad y poder ofrecer a la gente una estructura coherente que se pueda entender. Siguen en proceso de búsqueda, que parece seguir tiempos extensos.

- Hugo Haime: Hay más ciudadanos opositores que referentes y fuerzas políticas opositoras. Así que la oposición para crecer necesita que el Gobierno se equivoque porque si es por la dinámica actual, casi nadie los está mirando. El radicalismo continúa dividido y tironeado por el PRO, por el socialismo y por el oficialismo. Macri parece muy difícil que pueda construirse como alternativa. Ni logra tener una gestión modelo en la Ciudad, pareciera carecer de liderazgo para eso. Cada vez se ve con mayor claridad su error de no haber intentado ser la referencia opositora del 2011. Y, por más que el Gobierno lo tienta a convertirse en opositor, la opinión pública no le ve densidad. El socialismo es quizás quien tenga más posibilidades de crecer, pero le falta aparecer en la discusión cotidiana.