A pesar de la abrumadora mayoría que aprobará hoy la expropiación de Repsol YPF, el proyecto del oficialismo dividió aguas en la mayoría de los bloques de la oposición. Varias semanas de un intenso debate interno no alcanzaron para consensuar una postura única y en la votación de esta noche se cristalizarán las diferencias que existen en el seno de cada bancada. La discusión más fuerte se disparó en la UCR, que amenaza con fracturar su bloque cuando Oscar Aguad y unos cinco diputados se levanten de sus bancas al momento de votar. “Muchos dicen que no pueden apoyar la estatización de YPF porque este gobierno no les merece confianza. En el fondo, no quieren porque le tienen desconfianza al Estado; le tienen desconfianza a la política, creen que el mercado es lo mejor que le puede pasar a la Argentina”, disparó ayer el diputado radical Ricardo Alfonsín durante su discurso. El Frente Amplio Progresista votó dividido en el Senado, pero no tendrá grietas en Diputados. En cambio, en la Coalición Cívica votarán dos diputados a favor y cuatro se abstendrán, entre ellos Elisa Carrió. El peronismo disidente, a modo de muestra de sus disidencias, tendrá tres posiciones diferentes.

La declaración de interés público de la producción de hidrocarburos y la expropiación del 51 por ciento de Repsol YPF se votarán hoy con alrededor de doscientos votos a favor. Y si bien para alcanzar esa mayoría la iniciativa cuenta con el acompañamiento de buena parte de la oposición, en su mayoría no pudieron escapar de una dura interna. Excepto por el PRO, de Mauricio Macri, que se manifestó abiertamente en contra.

La crisis más grave se vive en la UCR. El diputado cordobés Oscar Aguad ratificó que se levantará de su banca en el momento de la votación. Para Aguad, no se está debatiendo sobre el tema “prioritario”, “una política energética para lograr el autoabastecimiento”. Entre sus argumentos sostuvo que la forma en que se realiza la expropiación “puede agravar la situación”. “Creo en el rol del Estado en tanto sea para impulsar un programa que estimule la iniciativa innovadora”, concluyó el cordobés, que sería acompañado por Hipólito Faustinelli, Lucio Azpiazu, Juan Casañas, Daniel Kronenberguer y Hugo Castañón.

La decisión de Aguad y su grupo va a contramano de la decisión de todas las instancias orgánicas de la UCR. En una cumbre realizada hace dos semanas, Aguad exigió que el Comité Nacional, presidido por Mario Barletta, le mande por escrito la decisión partidaria. “Está muy preocupado por la seguridad jurídica para las empresas, pero no le importa la seguridad jurídica de los partidos políticos”, ironizó un operador alfonsinista. Algunos dirigentes reclamaron que la rebelión del cordobés sea castigada con una sanción partidaria. Por lo pronto, le avisaron que no lo van a respaldar en la causa judicial que enfrenta por corrupción cuando fue interventor de la capital correntina, en 2001.

Al momento de marcar su posición, Alfonsín cargó contra la postura de Aguad: “Supongamos que mañana ingresa un proyecto para privatizar el Banco Nación. ¿Qué vamos a hacer? ¿Votar a favor de la privatización porque no nos genera confianza en materia de gestión el gobierno nacional?”, cuestionó. Posicionándose como una figura del antialfonsinismo, Aguad tendrá hoy la oportunidad para responderle. Se espera que unos 35 diputados radicales voten a favor en general, con diferencias en particular.

La división también llegó al bloque que supo comandar Elisa Carrió. El bonaerense Horacio Piemonte y el santafesino Carlos Comi, ambos provenientes del ARI, anunciaron su voto a favor y replicaron la posición de la chaqueña. “No comparto que votar a favor es votar encubrimiento. Por eso recurrí a la Justicia, para denunciar a los funcionarios responsables de esta situación. Algunos me decían que íbamos a darle una caja más a este gobierno. ¿A quién le hubieran votado la estatización? ¿A De la Rúa? ¿A Duhalde? ¿A Néstor Kirchner? Esa es una visión soberbia y autorreferencial de la política o una visión que esconde que el Estado debe cumplir un rol absolutamente mínimo y referencial”, remató Piemonte.

El FAP logró en Diputados corregir la división que sufrió en el Senado, donde Norma Morandini se abstuvo, a contramano de sus tres compañeros. A pesar de que la líder del GEN, Margarita Stolbizer, se inclinaba en un principio por presentar un proyecto propio, terminó por consensuar con el socialismo el apoyo en general y plantear las disidencias en particular. Cerca de la diputada aclararon que hoy no estará en la votación porque viaja a Estados Unidos, pero que apoya la posición del bloque.

El más dividido es el PJ disidente: sus 22 legisladores se repartirán entre el rechazo, el voto a favor y la abstención. El ex jefe de Gabinete de Eduardo Duhalde, Alfredo Atanasof, anticipó su voto positivo, pero reclamó que no se rechace la inversión extranjera. La diputada Graciela Camaño, en cambio, apuntó contra los funcionarios de Planificación, Julio De Vido, Daniel Cameron, Roberto Baratta. “Esto está lleno de demagogia, es puro gatopardismo. Voy por todo y no me llevo nada”, bramó la diputada.