–¿Qué cambios estructurales piensa que vienen rezagados?
–El sistema de jubilaciones y pensiones, tal como está, es obviamente inviable.
–¿Qué cambios están pensando hacer?
–Sobre eso no me pregunte. El sistema tributario y la Ley de Coparticipación también requieren ajustes. El propio sistema bancario donde hoy hay una banca pública volcada casi exclusivamente a las transacciones y los servicios, pero no al crédito, y una banca extranjera con liquidez, pero expectante.
–¿Qué rol se le va a otorgar a la banca pública?
–Los directivos, los gremios y el personal de la banca pública tienen que elegir entre sufrir el mismo proceso de autodestrucción que sufrieron otras empresas y otros servicios públicos a principios de los ‘90 o autofortalecerse. Nuestra intención es que puedan llevar adelante un proceso que les permita fortalecerse para cumplir con su rol. Hoy no lo está cumpliendo porque es una banca de servicios y de transacciones.
–Lo que genera mucha desconfianza es que esto se intente hacer a través de auditorías de los organismos internacionales.
–Admito que tengan desconfianza, pero van a tener que luchar entre la desconfianza y un inmovilismo que los condena a la autodestrucción.