Durante años Néstor Kirchner trató de que el turismo se convirtiera en una fuente de ingresos para Santa Cruz. En ese esquema, el glaciar Perito Moreno y sus 257 kilómetros cuadrados de hielo son una atracción mundial que siempre buscó promocionar. Qué mejor momento, entonces, que hacerlo en la semana que va de presidente electo a presidente en ejercicio, cuando las expectativas están colocadas en todos sus movimientos, aún los más comunes. Sin embargo, ni la impresión que provoca la cercanía con el glaciar, ni ese retumbar de cuando uno de los bloques se desprende, ni el crujir del hielo que logra apreciarse cuando al fin todos se callan, pudo conmoverlo como para largar prenda sobre el gabinete que ahora dice será revelado el martes o el miércoles en Buenos Aires. Apenas si alcanzó para que aceptara que la Ley de Ministerios tiene muchas posibilidades de ser modificada y mostrarse satisfecho con el alza del dólar. “Me interesa un dólar competitivo. Un dólar a tres pesos es bueno para la Argentina”, aseguró.
El presidente electo respondió preguntas en la cubierta de la lancha que cruza al lago hasta las cercanías el glaciar. Cuando quieren descansar, los Kirchner se suben al helicóptero y hacen los 300 kilómetros desde Río Gallegos hasta El Calafate, se acomodan en la residencia que tienen allí, a minutos de la increíble vista del Perito Moreno y sus alrededores. Según asegura el matrimonio, esa visita los energiza. En los próximos cuatro años y medio no saben bien cuántas veces podrán cumplir con el ritual matrimonial, pero quieren seguir haciéndolo. Incluso, ayer no se animaron a confirmar cuándo se van a mudar a la Quinta de Olivos. “Todavía no lo charlamos. Estamos cómodos en nuestro departamento, en Juncal y Uruguay”, respondió Cristina.
Se hicieron fotos abrazados sobre la cubierta alta, la baja, la pasarela que iba a la lancha y, cuando el sol caía, posaron para las revistas, con otras exigencias de luz. Incluso los turistas –nacionales y extranjeros– que andaban dando vueltas por ahí aprovecharon y se sacaron fotos con la pareja presidencial. Finalizada la recorrida, fueron a almorzar a la Hostería Los Notros. Compartieron la mesa con el diputado y futuro candidato a gobernador, Sergio Acevedo, con el hoy virtual gobernador Héctor Icazuriaga y con el dueño del lugar, Michel Biguard. Con la última luz del día, se subieron al helicóptero y volvieron a la residencia en El Calafate.
Quedó confirmado que el lunes a la noche Kirchner encabezará su primer acto político como presidente electo en el Boxing Club de Río Gallegos. Allí se despedirá de los santacruceños en un marco que imaginan multitudinario. También será el lanzamiento de la campaña de Acevedo para la gobernación, en una elección que no tiene fecha, pero se especula que podría realizarse el 14 de septiembre. Kirchner volverá a Buenos Aires el martes a la mañana, día en que podría anunciar su gabinete.
“Juro por mis hijos que todavía no hablé con nadie”, respondió ayer cuando le preguntaron sobre ofrecimientos de ministerios. Le preguntaron, entonces, si no imaginaba que alguien le podría decir que no a su oferta, lo que podría retrasar el anuncio. En un primer momento Kirchner no supo qué responder pero enseguida imaginó que la dirigencia política será generosa con el momento que vive el país.