Desde la oposición se planteó que en las escuelas no se da la formación necesaria para que los jóvenes de 16 y 17 años puedan votar...

–El ministro de Educación se comprometió a tomar nota de los deberes inherentes al cumplimiento y a la difusión de la ley una vez sancionada. Y la Dirección Nacional Electoral va a colaborar en esa tarea.

–¿Pero van a ser adoctrinados por el gobierno nacional?

–Eso no tiene ninguna viabilidad. La opción de que eso suceda, al margen del conocimiento público, es absolutamente imposible. Vivimos en el siglo XXI, donde nos enteramos de lo que está pasando en cualquier lugar del mundo, donde los medios de comunicación miran, por suerte, y tienen la lupa sobre las cosas. A mí no me preocupa tanto lo que pase, porque lo que pase se va a saber, me preocupa lo que digan que pasa y no se puede verificar en la realidad. Me hace acordar a 1987, cuando Raúl Alfonsín creó la Subsecretaría de la Juventud y un diario muy importante dijo en su editorial que ése era el germen de las juventudes fascistas italianas. Que desde ahí el radicalismo iba a adoctrinar...