–¿Qué empresas participarán de la operatoria del 25 por ciento del espacio radioeléctrico que ahora tiene Arsat?

–Estamos trabajando para presentarle a la Presidenta una propuesta luego de que volvamos de este viaje. La frecuencia va a ser de los argentinos y respecto de la rentabilidad y la explotación, por supuesto las empresas privadas que hagan tareas y presten servicio para usar esa frecuencia a través de Arsat van a tener su pago y su rentabilidad por ese trabajo. Va a haber grandes prestadoras, pymes, cooperativas. Todos van a poder participar, como hemos hecho con la fibra óptica.

–¿Se va a generar un precio testigo?

–A mí me parece que lo que hoy necesitamos fundamentalmente es que ese 25 por ciento de la frecuencia esté en el mercado. Y viéndolo casi exclusivamente con una visión mercantilista, evidentemente tiene que tener un impacto en el precio del mercado. De todas maneras, el Gobierno siempre se ha destacado por tener capacidad de reacción cuando ha habido excesos o falta de provisión de algunos productos y servicios. El plan de antes era usar las frecuencias donde era negocio, y dejar a la gente del interior sin servicio, ya que no eran un negocio a gran escala. Pero si no aparece una empresa que sea más que testigo, no se dinamiza el sector y quedan lugares con baja señal y otros que están ciegos, como en muchos puntos del interior del país. Esto es lo que tenemos que tratar de evitar. Nosotros lo que vamos a hacer es, con una rentabilidad razonable para nosotros y para los que nos ayuden, universalizar el acceso a los servicios.