Desde Lima

La norma de cortar el audio de la deliberación que signó el encuentro de cancilleres se repitió ayer con los mandatarios. Apenas concluyó el discurso de apertura de quince minutos de Ollanta Humala, el silencio copó la pantalla. “Sesión privada, audio restringido”, anunció el videograph de la transmisión. En la sala de prensa se armó revuelo cuando anunciaron que los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, y el anfitrión realizarían una conferencia de prensa. El lunes próximo arrancan en La Haya los alegatos por el litigio entre ambos países por la delimitación de la jurisdicción marítima en la región de Tacna y Arica. Humala ratificó la decisión de “fortalecer la integración entre Chile y Perú” y, en línea con los dichos de su canciller Rafael Roncagliolo, destacó “nuestro respeto a la Corte Internacional de La Haya, a la sentencia que surja” de ese tribunal.

A su turno, Piñera, de sonrisa perenne, reiteró que Chile “es respetuoso de la solución pacífica de los conflictos” y que acatará el fallo de La Haya. “La agenda del pasado nos dividió, pero la del futuro nos une: vamos a seguir fortaleciendo los lazos de amistad y colaboración para proyectarnos juntos hacia el Asia-Pacífico”, enfatizó. Luego, el apretón de manos de rigor y las sonrisas dibujadas. La actitud de los dos mandatarios apuntó a desactivar las especulaciones sobre la posibilidad de que la decisión de Colombia de desconocer el fallo de La Haya en su conflicto con Nicaragua se replicara en otros países de la región.

Durante la cumbre, el presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, dijo que sería recomendable no buscar terceras partes para solucionar diferendos y apostar, en cambio, a una solución política mediante el diálogo bilateral. Mujica recordó que el conflicto entre Argentina y su país se encauzó a partir del diálogo cara a cara entre ambos gobiernos.

La suspensión de Paraguay como miembro pleno de la Unasur fue otro de los puntos de la agenda de la cumbre en base al informe elaborado por una comisión ad hoc. Los mandatarios ratificaron, de hecho, la suspensión y acordaron mecanismos de seguimiento de las elecciones convocadas por el gobierno de Federico Franco para abril de 2013. Amado Boudou explicó que la Argentina designó al director nacional electoral Alejandro Tulio para que se integre al Centro Electoral montado por la Unasur en Quito, Ecuador, con el fin de monitorear la transparencia del proceso paraguayo. El presidente Franco desconoce la autoridad de la Unasur en la supervisión de los comicios. El tribunal electoral, en cambio, le dio el visto bueno a la iniciativa regional. “Esperamos que el proceso electoral sirva para la reincorporación de Paraguay a la Unasur”, sintetizó Humala.