EL PAíS • SUBNOTA › LA CGT-MOYANO Y LA CTA-MICHELI
Después de la fiesta popular organizada por el gobierno nacional en la que la ciudadanía se volcó masivamente a la Plaza de Mayo, dirigentes del sindicalismo opositor comenzaron a calentar los motores de la movilización que convocaron para el miércoles. “El enojo, la bronca y la impotencia que tiene la gente se van a canalizar el 19 de diciembre”, aseguró el dirigente de los peones rurales Gerónimo “Momo” Venegas. “El apoyo popular que recibió el Gobierno el 9 de diciembre los dejó mal parados y ahora no saben bien qué van a hacer”, confió a Página/12 un dirigente de la CGT oficial que conduce el metalúrgico Antonio Caló.
“El pueblo sigue sin ser escuchado”, señaló el duhaldista Venegas desconociendo la masividad de los festejos por el día de la Democracia y los Derechos Humanos y agregó que la movilización del miércoles será “para reclamar por el mínimo no imponible, algo que está afectando a la gran mayoría de los argentinos, por las asignaciones familiares y por el 82 por ciento móvil de los jubilados”, poniendo la agenda sindical como eje. La porción de la CGT que conduce Hugo Moyano y el espacio de la CTA de Pablo Micheli convocaron la semana pasada a una movilización a la Plaza de Mayo para continuar con los reclamos iniciados con el paro con piquetes que realizaron el 20 de noviembre. A aquella huelga se había sumado la Federación Agraria Argentina (FAA) de Eduardo Buzzi, la Sociedad Rural, la CGT Azul y Blanca del gastronómico Luis Barrionuevo y partidos y agrupaciones de izquierda.
A partir del alejamiento de Moyano del kirchnerismo después de casi nueve años de alianza, el camionero se lanzó a reunir a todos los espacios de oposición para enfrentar a la Casa Rosada. Su frustrado salto a la política a través del armado de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo dejó aislado y los gremios mayoritarios de la CGT no lo apoyaron para un tercer mandato al frente de la central obrera, lo que generó la fractura y la pérdida de la legalidad ante al Ministerio de Trabajo. La sangría de aliados lo obligó a acercarse a sectores con los que históricamente había estado enfrentado.
Pero Micheli también tiene problemas internos. A la fractura de la CTA, se sumó un sector fuerte en la seccional capital de la Asociación Trabajadores del Estado que ante el paro del 20 de noviembre decidió en un plenario de más de 350 delegados no adherir a la medida y esta semana volverán a mostrar sus diferencias.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux