EL PAíS
• SUBNOTA › EL MERCOSUR DEL QUE HABLARAN LOS DOS PRESIDENTES
Todo los deberes que el bloque no hizo
› Por Julio Nudler
Néstor Kirchner retribuye hoy, en Brasilia, el gesto de Luiz Inácio Lula da Silva: que el principal socio regional sea el destino del primer viaje al extranjero tras la asunción de la presidencia. Pero aunque uno y otro resaltaron la prioridad Mercosur en la estrategia externa, son muchas las cuestiones trabadas e irresueltas en el bloque austral y surge también la amenaza de tensiones comerciales crecientes, ahora que cae la producción fabril brasileña y la temible industria paulista busca redoblar sus exportaciones. La Argentina, que por su lado intenta reactivar en base a sustituir importaciones y exportar, registra un incipiente déficit bilateral con su vecino, que generará presiones empresarias sobre el Gobierno. Más allá de los deseos fraternales, faltan reglas de juego para manejar el impacto de respectivos ciclos económicos desacompasados.
Débora Giorgi, consultora económica y ex secretaria de Industria y de Energía, destaca en diálogo con Página/12 que el Mercosur tiene que definir con urgencia una estrategia de relacionamiento externo: “Con la Unión Europea se espera concluir las negociaciones a mediados de 2004, y respecto del ALCA (acuerdo con el que Washington quiere convertir toda América en un área de libre comercio) hay que decidir si se sigue con el 4 + 1 (negociación en bloque de los cuatro países del Mercosur con Estados Unidos)”.
–¿Cómo influye el acuerdo firmado por los norteamericanos con Chile?
–Estados Unidos ya ha dicho que a la Argentina le ofrecerán lo mismo. Ellos no quieren una negociación integral. Prefieren dividir para reinar. Ven al ALCA como una suma de acuerdos bilaterales, adaptados a las necesidades de cada país. De este modo podrían llegar a la negociación con Brasil desde una posición de máxima fuerza.
–Si la Argentina realmente pretende relacionarse con el mundo desde la plataforma del Mercosur, ¿qué pasos debería dar prioritariamente?
–Lo primero es ordenar el Mercosur hacia su interior, y definir las posiciones comunes que adoptará en cada una de las difíciles negociaciones externas que están en marcha.
–¿Por ejemplo?
–Definir cómo se repartirán entre los cuatro las cuotas de las concesiones agrícolas que otorgará la Unión Europea. Y también el arancel externo común (AEC).
–¿Existe todavía realmente?
–Está muy perforado. La Argentina, por ejemplo, aplica un arancel cero a la importación de bienes de capital de cualquier origen. Y también se utiliza el régimen de admisión temporaria (que permite importar insumos desde todo el mundo sin pagar derechos aduaneros, siempre que sean incorporados a productos destinados a la exportación), que no es coherente con la idea de una unión aduanera.
–¿Por qué?
–Porque desalienta la integración productiva en el bloque. Aunque se estableció un tope intraMercosur del 40 por ciento, si una empresa del bloque puede traer insumos de extrazona con eximición de aranceles para luego exportar hacia otro país de la zona, desaparece un incentivo para la complementación productiva en la región. Hay también problemas institucionales.
–...
–Tanto en la Argentina como en Paraguay, una decisión tomada a nivel de ministros por el Mercosur tiene un orden superior al de las leyes nacionales. En cambio, en Brasil y Uruguay puede ser revocada por niveles intermedios y necesita ratificación parlamentaria. En este terreno Brasil debería aprobar una enmienda constitucional.
–¿Qué pasa con los servicios?
–Hay un protocolo, pero no fue internalizado por los países. No existen normas comunes sobre defensa de la competencia. En cuanto a la obra pública, cada país tiene su propio compre nacional, por lo que todaempresa de otro país del Mercosur es considerada extranjera. Tampoco hay una legislación común sobre patentes. ¡Y estamos hablando de los sectores más dinámicos de la economía mundial, los temas por los que se libran las grandes batallas a nivel de la Organización Mundial del Comercio!
–¿Qué perspectiva le ve a una convergencia monetaria?
–Está en la esencia de la convergencia macroeconómica. Pero en lo inmediato, el fuerte aumento de las exportaciones brasileñas se explica porque la Argentina suprimió las trabas para importar, porque la economía argentina está creciendo y porque, mientras tanto, Brasil crece muy poco. Lo más fácil para las empresas brasileñas es colocar productos acá por la proximidad y porque conocen bien este mercado. Se supone que podría acordarse algún mecanismo automático y transitorio para evitar daños excesivos.
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