Buenos Aires se prepara para el inicio del papado de Jorge Bergoglio. La feligresía católica comenzó ayer a celebrar con una misa en la Catedral Metropolitana a la que asistieron cientos de personas y continuarán hoy con una vigilia a partir de las 22.30 en la Plaza de Mayo para esperar el inicio del papado del ex arzobispo –ahora Francisco– a las 5.30 de mañana. El Gobierno de la Ciudad dispuso que el Obelisco sea envuelto por los colores representativos del Vaticano y fijó un asueto escolar para mañana a la mañana.

La Plaza de Mayo se prepara para recibir a miles de personas de religión católica para participar de la vigilia. Frente al Arzobispado ya se montó una pantalla gigante en la que se proyectó la ceremonia del Angelus que encabezó Bergoglio como Papa en el Vaticano, y continuaban con los trabajos para instalar otra en la esquina de Diagonal Norte. El emplazamiento fue determinado por el Gobierno de la Ciudad para transmitir en directo la ceremonia del papa Francisco.

La vigilia porteña comenzará con la presentación de la banda de rock del Padre César y los Pecadores, el grupo folklórico La Tranquera y está anunciada a la medianoche la participación especial del cantante Axel.

Hasta las cinco de la mañana, horario previsto para el comienzo de la transmisión televisiva desde Ciudad del Vaticano, el escenario central alternará la proyección de cortometrajes con grupos musicales cristianos y momentos de oración, según informaron desde el área de prensa del Arzobispado de Buenos Aires. En sociedad con la Red Solidaria y Hambre Cero lanzaron una colecta de alimentos no perecederos. Para ello habrá emplazado un camión en la esquina de Bolívar y Diagonal Sur, donde se recibirán las donaciones.

“El Obelisco amanecerá vestido con la bandera del Vaticano y durante toda la vigilia el faro del Edificio Barolo se encenderá cada 10 minutos como un símbolo de que Buenos Aires, a través de esto, ilumina al mundo”, explicó Alfredo Abriani, director general de Cultos del gobierno porteño. En medio de los preparativos, Abriani señaló que consideraban “que estamos viviendo un hecho histórico para la Argentina y la Ciudad de Buenos Aires: es un vecino de esta ciudad el nuevo Papa. Todos los ojos del mundo están mirando esta ciudad, además de Roma, y tenemos que estar a la altura de las circunstancias”.

El comienzo de la celebración por la llegada de Bergoglio al Vaticano fue con una misa ayer en la Catedral, oficiada por el nuncio apostólico en la Argentina, Emil Paul Tscherrig. “La personalidad del Papa, con su carisma, nos señala el ritmo del camino. Y Francisco ya dejó señalado el camino que quiere seguir”, aseguró Tscherrig ante la multitud que se acercó hasta las inmediaciones de la Catedral para participar de la entronización papal.