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• SUBNOTA › KIRCHNER Y SOLA EN UN ACTO EN EL CONURBANO
Una señal entre los obreros
“Yo les digo a los trabajadores y a los empresarios que nos ayuden. No voy a dar un solo paso atrás. Voy a seguir con todo para adelante para hacer una nueva Argentina”, dijo ayer Néstor Kirchner durante una visita a la fábrica Peugeot-Citroën, en Villa Bosch, partido de Tres de Febrero. La recorrida encerró muchos gestos y señales políticas por la oportunidad de la visita –un día después de que Gustavo Beliz instara al gobierno bonaerense a “tomar el toro por las astas” en la lucha contra la corrupción policial y su complicidad política– y por los acompañantes que rodeaban al Presidente: entre otros, el ministro del Interior, Aníbal Fernández; el intendente Hugo Curto y el gobernador Felipe Solá.
Fue la segunda visita de Kirchner dedicada especialmente a los trabajadores fabriles que sobreviven en la Argentina. Como ya sucediera hace dos semanas en los astilleros de Ensenada, la recepción fue muy cálida. “Néstor, Néstor”, lo vivaron unos setecientos obreros a medida que la comitiva oficial recorría la línea de producción del Peugeot 307 que se exportará a varios países de Sudamérica. Dos trabajadores se acercaron para pedir que les firmara camisetas de Boca y Racing, y el Presidente accedió con una broma. “Con esto salen campeones del mundo”, respondió luego de estampar su firma en la remera del pentacampeón de América.
Kirchner aprovechó el auditorio para insistir con que pondrá en marcha “un nuevo modelo de producción, para que se incentive la inversión y el trabajo en la Argentina”. Durante su recorrida también estuvo acompañado por el ministro Julio De Vido, infaltable en las visitas al Conurbano donde se pueden hacer anuncios. El Presidente les agradeció a los obreros por sus muestras de “cariño y solidaridad” y los operarios le pidieron más seguridad, trabajo y planes de vivienda.
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