Por V. G.

El embajador argentino en España, Abel Posse, desmintió haber hecho alguna gestión para procurarle un abogado al represor Ricardo Miguel Cavallo. “O hubo una mala interpretación del periodista o se trata de una maniobra”, afirmó.
–¿La embajada argentina le proporcionó un abogado a Cavallo?
–Hemos producido un comunicado de prensa. Nos preocupó la noticia que salió en el diario mexicano Reforma y que fue recogido por varios medios sobre las declaraciones del abogado de Cavallo. Hemos desmentido esa especie que la puedo atribuir a dos cosas: o hubo una mala interpretación del periodista o se trata de una maniobra. La embajada argentina y las entidades colaterales como los consulados no han tenido con Cavallo más que relación que se tiene con cualquier detenido argentino.
–¿La embajada hizo alguna gestión sobre Cavallo?
–En general con los detenidos se vela porque sea garantizada la salud o porque no sean maltratados en prisión pero en este caso no hubo ninguna relación.
–El abogado se presentó ante Garzón en el año 2001. ¿Puede ser que lo hubieran contactado en ese momento?
–No por vía de la embajada argentina. No corresponde que se inicie la defensa de ningún detenido y menos en un caso como este que tiene un contenido político manifiesto.
–¿Podría haber sido una gestión de otro embajador?
–Esto es ajeno a la actividad de la embajada. Además, no puede haber ayuda sin comunicarse con la Cancillería porque se trata de fondos públicos. La decisión de usar fondos públicos para este tema sería muy excepcional. Para lo único que la embajada puede relacionarse en estos casos es para exigir al estado español que si un detenido no tiene abogado se lo provea de un defensor de oficio. Se trata de una gestión consular. Pero de ahí no pasa la intervención de la embajada.