En medio de las negociaciones por el cierre de las listas, Aníbal Ibarra y Mauricio Macri volvieron ayer a cruzarse a propósito del tema seguridad. “Esta campaña es el partido más sucio que jugué en mi vida”, señaló el empresario, que había acusado al jefe de Gobierno de utilizar métodos de la Gestapo, la policía política del nazismo.
“Actúa con un gran cinismo y con un nivel de agresión terrorífico”, acusó Macri. “Repite una mentira todos los días. En esta campaña, Ibarra ha decidido que no va a discutir sobre propuestas. La línea de él va a ser descalificar a la persona, en vez de debatir propuestas”, señaló. “Es una cosa terrorífica el nivel de agresión de toda esta gente que, hasta el día anterior, cuando decía que no me quería meter en política, pensaba que yo era un fenómeno, venían a la cancha, me llamaban.”
Ibarra le contestó. “No podemos admitir en una campaña electoral decir cualquier cosa. Por más nerviosos que estemos hay límites. Uno de esos límites es evitar traer a la campaña electoral uno de los hechos más trágicos que tuvo la humanidad. No soy el único en esta ciudad que piensa que Macri va a venir a avanzar sobre lo público y que tiene la visión de hacer negocios con el Estado”, aseguró el jefe de Gobierno.
“Si Macri no está de acuerdo tiene que confrontar las ideas y no descalificarlas, emulando a (Silvio) Berlusconi. Los dos encarnamos visiones absolutamente distintas de la relación o el rol del Estado, de la relación entre lo público y lo privado, sobre la política. En esto somos blanco y negro, y es bueno que se discuta”, señaló Ibarra, que también eligió una metáfora deportiva . “No es mi estilo tirar la pelota afuera. Entonces fuimos y le dijimos (al Gobierno) que necesitábamos más policías en las calles”, concluyó.