La senadora uruguaya Lucía Topolansky recibió con buenos ojos la reunión bilateral que su esposo, el presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, mantuvo con su par argentina Cristina Fernández de Kirchner. “Siempre que hay encuentros se puede sacar algo positivo. Si los que estamos en el mismo barco de Latinoamérica no conversamos, se hace complicado”, señaló luego de la reunión del martes, en Cuba, entre los dos jefes de Estado, en el marco de la cumbre de la Celac.

“Si Argentina se enfría, nosotros nos resfriamos”, aseguró Topolansky dando a entender la estrecha vinculación que tiene la economía uruguaya con la argentina. Distintos conflictos, como el visto bueno que dio el gobierno de Mujica a la papelera ex Botnia para aumentar al doble su producción a pesar del largo conflicto que se mantuvo por varios años, pusieron por un tiempo la relación en el freezer. “La mayor preocupación, la medida que afectó a los puertos y algunas importaciones que están trancadas. Eso es lo que más nos impacta sobre el mundo del trabajo”, destacó Topolansky, apuntando a la regulación para que mercaderías argentinas no hagan trasbordo en puertos uruguayos.

Hasta la reunión del martes pasado, Fernández de Kirchner y Mujica hacía tiempo que no se veían las caras. Incluso el canciller uruguayo Luis Almagro había señalado que “se pudrió todo”, en la relación con la Argentina, por el conflicto de la pastera en Fray Bentos. El funcionario uruguayo reconoció que el tema es “específicamente sensible. Es el nervio de la muela. Acá lo que hicimos es tocarle el nervio con el gancho horrible que tienen los dentistas. Es lógico que si uno toca el nervio, el otro va a gritar”. El ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, anunció el martes que ya se había acordado “una mesa de trabajo donde se incluyan todos los temas que queremos dialogar entre ambos países, a todo nivel, donde cada país pueda incluir temas bilaterales, regionales, comerciales, industriales”.

Topolansky agregó que la medida estaba “tomada hace mucho tiempo pero estaba en suspenso. Lo que hizo fue activarse. No ganamos nada, la integración no gana nada. Los que transitamos los grandes ríos de acceso al corazón del continente y toda la zona de navegación del sur de Sudamérica tenemos que estar integrados, no podemos estar peleados porque entonces esa navegación incluso le trae más costos a la propia Argentina”.