Por F. Y. y E. T.

Llegó sonriente y verborrágico. Frente a un reconcentrado vicepresidente Daniel Scioli y un atento titular de la Cámara baja, Eduardo Camaño, el presidente venezolano Hugo Chávez reiteró su llamado a la unidad latinoamericana. “Perón nos advirtió que el año 2000 nos iba a conseguir (sic) unidos o dominados. Tenía razón mi general. No fuimos capaces de cumplir con los sueños de Bolívar y San Martín y ahora estamos desunidos y bien dominados. Pero ahora hay nuevos aires que nos permitirán integrarnos en lo político y sobre todo en lo social.”
Chávez habló ante medio centenar de senadores y diputados que se acomodaron en el Salón Azul, ese donde pende una impresionante araña justo debajo de la cúpula del Congreso y que comunica ambas cámaras. Lo recibió Scioli, quien fue el encargado de agradecer la presencia del mandatario. El vicepresidente resaltó los acuerdos firmados momentos antes con el presidente Néstor Kirchner para luego hablar de lo que le gusta, el turismo.
A su turno, Chávez fue enfático al considerar el alto grado de dependencia que mantienen los pueblos latinoamericanos con Estados Unidos, país al que evitó nombrar. “La independencia de España no significó la independencia de los pueblos y las cadenas fueron sustituidas por otras”, dijo para luego asegurar que el sueño independentista “está vivo. Y se está por cumplir la profecía que dijo aquel indio cuando el conquistador lo estaba matando: moriré hoy pero algún día volveré hecho millones”.
Cerró el acto la diputada Alicia Castro, quien aseguró que “este es el Parlamento que le devolverá al pueblo argentino su soberanía”.