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Fracasó la anulación de los indultos
La totalidad de las bancas vacías del justicialismo más un despoblado bloque de diputados radicales determinaron la caída de la sesión especial donde se pensaba anular los indultos presidenciales a los militares implicados en el terrorismo de Estado.
A las 14, apenas 48 legisladores estaban ubicados en sus poltronas entre los que se destacaron el presidente de la bancada radical, Horacio Pernasetti, y otros 16 miembros del bloque, Elisa Carrió y los legisladores del ARI, el Frepaso, Frente para el Cambio, Socialismo, Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, y el ex cavallista –ahora pattista– Guillermo Alchouron. Media hora más tarde, el presidente del cuerpo, Eduardo Camaño, levantó la reunión por falta de quórum. Fue en ese momento cuando comenzaron las exposiciones en minoría.
Patricia Walsh, de Izquierda Unida, una de las impulsoras de la iniciativa, sostuvo que la sesión había sido convocada en un día más que especial. Ayer se cumplía un nuevo aniversario de lo que ella denominó “Revolución Fusiladora” y que derrocó a Juan Domingo Perón en 1955 y también de la “Noche de los Lápices”, ocurrida en 1976, cuando la dictadura secuestró a estudiantes secundarios de La Plata.
“Hoy tendrían que estar en sus bancas quienes pueden dar testimonio de esos hechos que afectaron al peronismo”, advirtió la legisladora de IU y agregó que “no es posible seguir esquivando el bulto a la cuestión de la impunidad instalada en el país”.
A su turno, María José Lubertino, integrante de la CTA en el bloque socialista, señaló que “es responsabilidad de la Cámara derogar los decretos de indulto para que no haya más impunidad” y reclamó a los legisladores ausentes “que se sienten en las bancas para hacer respetar los derechos humanos”.
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