Ocho de cada diez personas creen que el presidente Néstor Kirchner, tras las elecciones del domingo pasado, debería generar un nuevo apoyo político a través de otras fuerzas políticas y dirigentes y no dedicarse a consolidar el papel del peronismo. La idea que parece caer bien en la opinión pública es explorar los caminos de la llamada transversalidad, o sea, el acercamiento de Kirchner con fuerzas y dirigentes como Hermes Binner, Aníbal Ibarra, el ARI, sectores del radicalismo y otros partidos y líderes regionales. “La gente ha analizado positivamente los resultados electorales del domingo: no preocupan, no angustian, no generan inquietudes. Se ve un impulso para salir de la crisis, hay respaldo a la diferenciación respecto de los años ‘90 y se percibe que se abre un nuevo ciclo político, en el que puede haber gobernabilidad y, por ahora, no hay una sensación de incertidumbre”, explica el consultor Enrique Zuleta Puceiro.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por Opinión Pública, Servicios y Mercados, la consultora que lidera Zuleta. En total se entrevistaron 1100 personas a nivel nacional, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico social. La coordinación del trabajo estuvo a cargo de Isidro Adúriz y Julián Lisa y el sondeo es parte del llamado Monitor de Tendencias Económicas y Sociales de OPSM.
“De la elección del domingo pasado –señala Zuleta– sale la idea de que el mayor ganador fue el Presidente, y nada menos que siete de cada diez encuestados dice que el resultado garantiza la gobernabilidad. Es decir que se piensa que lo ocurrido el domingo pasado da cierta tranquilidad y que las cosas van en el camino de abandonar el modelo de los ‘90.”
El proceso electoral puso sobre el tapete la cuestión de la hegemonía del peronismo. Es un tema debatido, en el que la mitad de los encuestados sostiene que se está afianzando la hegemonía peronista y la otra mitad dice que no. Al mismo tiempo, Kirchner aparece –lo dice el 44 por ciento de los consultados– en el referente del PJ, algo que le cae bien a una parte de los ciudadanos y a otra parte no le cae bien.
“Cuando se habla de que Kirchner debería generar un nuevo apoyo transversal, el encuestado se remite al primer Kirchner, al preelectoral, en que el santacruceño aparecía como el menos peronista de los candidatos. Comparado con Rodríguez Saá o Menem, Kirchner era percibido como menos peronista y con más chances de encontrar afinidades con otras corrientes externas al peronismo. En este punto hay un choque objetivo con el duhaldismo, que cree que el PJ le da cabida a todas las corrientes y que por lo tanto la transversalidad no debe hacerse fuera del peronismo. Esto explica que en Capital Federal o en Misiones Kirchner y Duhalde hayan estado en veredas diferentes. También explica el acercamiento de Kirchner a Binner en Santa Fe o a Collazo en Tierra del Fuego. En general, a la gente hoy en día le gusta que las divisiones sean por temas y no por partidos. O sea que deben caminar juntos los que opinan lo mismo en materia de seguridad, empleo, educación o salud, que son las cuestiones relevantes, y no que haya una rigidez relacionada con lo programático de cada partido. En el peronismo todavía rige la idea de un pueblo, un líder, un partido y no la idea de la transversalidad”, sostiene Zuleta.
En verdad, el Presidente cree que tanto el Partido Justicialista como el radicalismo –en mayor medida– son partidos en crisis y en reformulación. La UCR terminó dividida, con Elisa Carrió y Ricardo López Murphy concurriendo a las elecciones con fuerzas recién creadas, aunque los intendentes radicales han demostrado una vitalidad que no tiene su partido a nivel nacional. En el PJ, también hubo tres candidatos presidenciales y el partido no pudo acordar una fórmula única. No faltan quienes dicen que el fuerte inicio del gobierno de Kirchner cerró bastante la crisis del PJ, pero el propio Presidente sostiene la idea de que deben explorarse apoyosen otras fuerzas y dirigentes políticos. En ese concepto, el de las alianzas más allá de los partidos, la gente parece estar de acuerdo.