EL PAíS
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“A Carlos Menem lo quiero como a Kirchner”
› Por Felipe Yapur
La sede del Partido Justicialista local todavía mantenía los grandes carteles de la campaña. Ramón Puerta sonreía en varios de ellos. Sin embargo, ayer, los rostros demudados de los que colmaban el salón de conferencia daban cuenta del clima que se vivía. El candidato derrotado no estaba exento. Serio, como pocas veces, reconoció la derrota, los errores estratégicos y asumió la total responsabilidad. Aseguró que Carlos Rovira “ganó muy bien” y sostuvo que lo hubiera hecho “incluso si no contaba con el apoyo del presidente Kirchner”. Igual decidió no llamarlo. Agradeció el “apoyo del compañero y amigo” Eduardo Duhalde y, si bien dijo que como peronista no cree en la transversalidad, “no considero que Kirchner sea un traidor al partido” por haber apoyado a un candidato que corrió por fuera de la estructura del PJ.
Rodeado de los principales candidatos, Puerta habló del error estratégico que cometió al pensar que los sublemas le permitirían triunfar. “Me equivoqué, en las anteriores elecciones me había dado resultado, pero se ve que esta vez la gente respondió de otra forma. Fue un exceso de mi parte.” Se niega a aceptar que con esa maniobra pensó que se colaría entre los sublemas. “No, no fue así. Nos excedimos con la idea de levantar los sublemas y dejar la fórmula abajo. Además, quién no conoce a Puerta”, dijo.
Sin duda, lo conocen mucho más de lo que pensaba. Incluso fue derrotado en su pueblo natal, Apóstoles. A la hora de valorar el apoyo que recibió Rovira del presidente Kirchner, el derrotado prefirió no estimarlo. Dijo que no sabía cuánto, pero aseguró que tanto su adversario como el Presidente “son claros ganadores porque Kirchner vino a la provincia y tomó partido por el gobernador”.
–Entonces usted mintió durante la campaña al asegurar que el Presidente nunca apoyó a Rovira –preguntó Página/12.
–Bueno, yo quería ganar las elecciones. No mentí, sucede que ahora lo puedo decir –se sinceró por fin Puerta. Luego agregó que al carecer del respaldo presidencial perdió buena parte de los votos.
Rápido de reflejos, el senador nacional se preocupó en desnacionalizar el comicio y aseguró que su derrota no perjudicó al ex presidente Eduardo Duhalde, que lo había apoyado personalmente en la campaña proselitista. “Me llamó Duhalde y le agradecí. En la historia argentina no debe haber otro caso de lealtad como el que tuvo Duhalde con el PJ provincial. Este resultado no lo pega en nada a Duhalde. El responsable de este resultado soy yo”, dijo Puerta mientras sus colegas asentían con la cabeza.
No lo dijo, pero sabe que su menemismo también fue una de las causas de la derrota. De todas formas, ayer insistió con desligarse de ese mote: “Jamás fui menemista. Sí fui amigo de Carlos Menem y lo quiero porque ayudó a Misiones. Lo quiero como a Kirchner”.
Sorprendió a muchos cuando dijo que estas elecciones representaban el fin de un ciclo. Varios de sus seguidores quedaron fríos, pero no llegó al congelamiento, ya que el misionero dijo que “es el fin de 18 años de triunfos. Ahora se hace necesario catapultar a las nuevas figuras del justicialismo”. Sin más, dio por concluida la conferencia de prensa. Sus allegados entonaron con tibieza la marcha peronista. Puerta no perdió la compostura, saludó uno a uno, incluso a una mujer que lloraba desconsolada: “No importa, compañera, otra vez será”, le dijo y se recluyó en su despacho.
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