“La primera conclusión es que el fallo de la Corte Interamericana es de suma importancia, tanto desde el significado jurídico como político porque es el primer caso con sentencia en la etapa democrática, con comillas esto de democrática. Es la primera vez que la Corte, como órgano judicial máximo, condena todos los tipos de represión policial. Además, los define como una violación imprescriptible, no se puede objetar que son casos cerrados, los equipara con los delitos de lesa humanidad y es un antecedente aplicable a cualquier hecho de represión policial. También es una durísima crítica al Estado y, sobre todo, al Poder Judicial. Es la primera vez que la Corte señala todas las prácticas arbitrarias y antidemocráticas del país, ordena que todas deben cesar de inmediato y pide que se revise toda la legislación vigente. Se debe remarcar que el caso Bulacio no llegó a la Corte por ser un caso único ni por tener alguna especificidad técnica sino por el grado de movilización y protesta social que toda la sociedad produjo. En cuanto al cumplimiento, es obligatorio tanto para el Estado como para el Poder Judicial, sobre todo para este último, ya que la Corte Interamericana es el órgano máximo de Justicia y tiene jurisprudencia en la Argentina. Es obligatorio, pero hasta que no lo vea no lo creo.”

(*) Correpi