Aunque su destino en la Corte Suprema parecía asegurado, las impugnaciones en su contra siguieron su curso. En el caso de la denuncia por diversas irregularidades en sus declaraciones patrimoniales, presentada por la Fundación Bicentenario, la Oficina Anticorrupción (OA) determinó ayer que el candidato a integrar el Máximo Tribunal Eugenio Raúl Zaffaroni “no cometió delito”. La decisión del organismo oficial será tenida en cuenta la semana próxima cuando el nombramiento de Zaffaroni sea debatido en el recinto de la Cámara alta.
La OA comenzó una investigación de oficio a partir de la información periodística publicada a comienzos de agosto que involucraba al jurista en el ocultamiento de cuentas bancarias en el extranjero, que debió haber declarado ante ese organismo durante su gestión al frente del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi). Además, sumaron acusaciones Enrique Rodríguez Chiantore y Juan Curuchet, en nombre de la fundación que hizo una intensa y costosa campaña contra su designación. También le cuestionan a Zaffaroni haber omitido declarar departamentos, haber falseado información sobre las dimensiones de los inmuebles y la adquisición de su casa de la calle Boyacá.
En la resolución, el jefe de la OA, Manuel Garrido, afirmó que las omisiones “sólo hallan explicación en el extremo descuido y desprolijidad con que evidentemente obró Zaffaroni al presentar las declaraciones juradas en esta Oficina”. Sin embargo, agregó que “de no haber sido declarada por él mismo la existencia de tales depósitos jamás habría sido conocida”, por lo que deduce que no hubo “verdadera intención de ocultarlos”. Con respecto a la compra de la casa, la OA aclaró que no es de su incumbencia analizar un presunto enriquecimiento ilícito, tal como sugieren los denunciantes. Pero destacó que “no existe ningún fundamento para restar verosimilitud a la explicación que Zaffaroni da acerca de las fuentes que utilizó para adquirir la propiedad”.
La OA detectó inexactitudes en las declaraciones juradas impositivas, en relación con la suma que Zaffaroni dice tener en el exterior y lo declarado a la AFIP. Por lo tanto, envió la documentación a ese organismo para que analice si el candidato debe tributar mayores impuestos a partir de las diferencias apuntadas. Por otra parte, Garrido estimó “saludable el activo comportamiento asumido por quienes controlaron la propuesta de nominación del candidato”, en alusión a la fundación integrada por ex militantes de la UCeDé, filomenemistas y liberales que dicen bregar por la actividad privada como motor de progreso.