EL PAíS
• SUBNOTA › OPINION
Lo pidieron los judíos
› Por Raúl Kollmann
Pusimos que la explosión fue afuera de la Embajada de Israel porque así lo pidieron los judíos.
–¿Cómo?, ¿cómo?
–Bueno, los israelíes.
La increíble afirmación inicial no la hizo un ciudadano cualquiera, sino el hombre que fue encargado por la Corte Suprema de la investigación del atentado contra la Embajada de Israel. El ex secretario penal del máximo tribunal, Alfredo Bisordi, lo dijo públicamente en la Comisión de Juicio Político. Un diputado no podía creer lo que estaba escuchando y Bisordi precisó: Bueno, no los judíos, sino los israelíes.
Lo más grave –gravísimo– de la revelación no es el tinte antisemita de los dichos del hombre de la Corte. Lo fundamental es que asegura que la conclusión de la deplorable pesquisa sobre la embajada fue una falsedad. Una falsificación consciente, porque supuestamente la pidieron los israelíes.
En una palabra: Bisordi acusó a los miembros de la Corte de un delito gravísimo, falsificar la investigación, y ninguno de los magistrados del máximo tribunal se preocupó por confrontar con los dichos de su ex secretario y hombre de confianza.
En unos días se cumplen los diez años de aquel atentado y del inicio de una investigación que fue vergonzosa. Quienes hemos seguido la causa desde sus comienzos percibimos pruebas sólidas de que se utilizó un coche-bomba, más precisamente una camioneta Ford. De hecho, aparecieron las partes del vehículo, hay evidencia de que fue estacionada cerca y también pruebas de que la compró un brasileño con un falso documento a nombre de Ribeiro Da Luz. Pero ahora Bisordi –que fue la cabeza de la investigación– dice concretamente que se redactó una conclusión a pedido de judíos o israelíes.
Bisordi tiene antecedentes en el terreno del antisemitismo. Elaboró, por ejemplo, una sentencia en la que afirmó que cuando una persona grita “judío hijo de puta”, en el marco de una golpiza, no es un acto antisemita sino un grito de guerra.
Pero insisto: no es lo importante. Hace 48 horas Bisordi dijo que falsificaron, a pedido, las conclusiones de la investigación del atentado. Lo manifestó ante la Comisión de Juicio Político, según lo revelaron a Página/12 cuatro legisladores que participaron de la sesión. El no lo salió a desmentir. Y el resto de la Corte tampoco.
A diez años del atentado no hay un detenido, ni siquiera un sospechoso. Los únicos sospechosos son los propios integrantes de la Corte.
Nota madre
Subnotas