Estrellas pop: La llegada de algunos dirigentes del Frente para la Victoria fue celebrada por algunos militantes como si fueran estrellas pop o youtubers. Aplausos y muchos y muchas que se peleaban por una foto o una selfie. Uno de los más requeridos fue el ministro de Economía Axel Kicillof y la marea humana fue tal que en el movimiento se rompió un foco de luz. El ranking de los más buscados los completaron el secretario General de Presidencia Eduardo De Pedro y el jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Pero hasta el vicepresidente Amado Boudou tuvo su cuota.

El único ausente: Los seis precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria estuvieron ayer dando un mensaje de unidad del espacio en el comienzo de un año electoral clave. Sin embargo, sólo cinco estuvieron sobre el escenario al momento del discurso del candidato a jefe de Gobierno Mariano Recalde. El ausente, Aníbal Fernández, se había ido del lugar una hora antes. Si bien no hubo explicaciones oficiales sobre el motivo de la retirada temprana, se comentaba entre bambalinas que había ido a la Quinta de Olivos a darle los resultados a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Sanguchitos y empanadas: En eso consistió el catering con el que subsistió la prensa desde la tarde en el centro de campaña del Hotel ND Tango, frente al Obelisco, hasta cerca de la medianoche. Los bocados, acompañados de agua con o sin gas y gaseosas, no eran particularmente sabrosos pero sí abundantes. En algún momento, un par de bandejas con canapés de la zona VIP hizo aparición en el sector de prensa pero duró menos que un suspiro.