EL PAíS
• SUBNOTA › LA ESTRATEGIA K FRENTE AL PODER ECONOMICO
Pegar y sentarse a negociar
› Por Maximiliano Montenegro
Pegar para sentarse a negociar. Esa es, por ahora, la política K. Uno a uno, el Gobierno va escogiendo contrincantes, todos paradigmáticos de la oscura amalgama entre negocios y política durante la década menemista. Primero los defenestra públicamente, luego va moderando el tenor de las críticas, y finalmente se sienta a conversar.
En algunos casos, incluso, de esa estrategia surgen nuevos aliados, como pasó con los representantes de la banca nacional. En los primeros días de gestión, el presidente Kirchner sorprendió, por televisión, al denunciar –mirando a cámara y señalando con el índice– “al grupito de banqueros que hicieron negocios en las provincias con Menem” y que supuestamente buscaban desestabilizar a la nueva administración. En otro programa, el Presidente subió la apuesta y apuntó directamente a Jorge Brito, titular de Adeba y simpatizante de Menem-Romero en las últimas elecciones. En las semanas siguientes el conflicto desapareció de los medios, hasta que hace un mes Kirchner se abrazó con Brito en Casa de Gobierno y juntos anunciaron créditos por 500 millones de pesos.
El resto de los frentes aún están abiertos, algunos en la fase dos (moderación de las críticas), otros en la fase final (negociación-acuerdo).
Hagamos un sucinto racconto del estado de esos conflictos:
- AFJP: Lavagna habló del “fracaso total” del sistema y tildó de “inútiles” a sus directivos; el ministro de Trabajo dijo que la vuelta a un sistema estatal único era una posibilidad; el ministro de Justicia amenazó con iniciar acciones legales por el desmanejo de los fondos previsionales; etc., etc. Hoy la Pirotecnia verbal se acalló y el Gobierno negocia una salida para los bonos en poder de las AFJP, mientras evalúa una reforma previsional que en el sector privado miran con alivio.
- Eurnekian: El juez Cruciani lo procesó por una evasión fiscal multimillonaria, en lo que muchos vieron la mano pícara de la Rosada, que por otra ventanilla le reclama 400 millones de canon impago de la concesión de Aeropuertos, una deuda que podría ser causal de suspensión del contrato. Sin embargo, en Gobierno ya ahuyentaron el fantasma de la rescisión, y negocian nuevas condiciones. Además, Eurnekian acaba de ser favorecido con la concesión de un corredor vial.
- Macri: El Gobierno jugó a fondo, en los medios, con la decisión de quitarle la explotación del Correo. Pero pisó el freno, y prefirió aguardar el fallo de los tribunales, siendo que unilateralmente contaba con elementos para dar por caída la concesión.
- Privatizadas: La confrontación alcanzó la semana pasada un pico de alta tensión, y hasta el propio Kirchner se inmiscuyó, al responder duramente a los pronósticos con ribetes extorsivos de apagones y cortes para el verano. Pero, durante el fin de semana, el tema de los piqueteros desvió la bronca oficial, que pareciera mutar nuevamente hacia el diálogo.
Junto a Eurnekian y a Macri, Carlos Bulgheroni formó parte del círculo áulico del menemismo. Apoyó la reelección de Menem y abiertamente también se jugó por la re-re. Su caso entró ayer en la fase uno (lanzamiento del contendiente a la palestra).
Como en todos los ejemplos mencionados, la ofensiva oficial tiene un sólido fundamento en la necesidad de recobrar el poder del Estado y quebrar la lógica de privatización de ganancias y socialización de pérdidas, que es su denominador común.
Pero hay funcionarios que deberían entender que en algunos casos no hay nada que negociar, simplemente exigir que se cumpla la ley. La mayoría de las veces, en cambio, sentarse a negociar no es pecado y en algunas situaciones parece imprescindible. El tema principal es cómo se negocia, bajó qué reglas y con qué grado de trasparencia. Las discusiones mediáticas son saludables, porque en una democracia representativa sirven para que los ciudadanos entiendan de qué se trata. Sin embargo, lasnegociaciones inevitablemente se alejan del ágora. Por eso exigen a los ciudadanos estar todavía más alertas.
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