Desde Roma

Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer en el Hotel Edén a un grupo de exiliados argentinos en Roma, que fueron a agradecerle por sus políticas de derechos humanos y en defensa de los derechos sociales. “Me entregaron unas cartas muy especiales”, contó ella después del encuentro que tuvo su momento más emotivo cuando el hijo de Silvio Frondizi, Julio, le contó que intentará regresar a la Argentina, de la que se fue en 1976, dos años después de que la Triple A asesinara a su padre.

CFK se reunió con el grupo de exiliados a su regreso del encuentro con el papa Francisco. Los recibió en el mismo Salón Ludovisi del Hotel Edén en el que el sábado homenajeó al cineasta Fernando Birri, en reconocimiento a su trayectoria y a su “aporte al cine nacional y latinoamericano”. El único funcionario que la acompañó fue el canciller Héctor Timerman. La reunión la facilitó el encargado de Derechos Humanos de la embajada argentina en Italia, Carlos Cherniak.

La charla entre Cristina Kirchner y los exiliados superó la hora. Ellos le contaron de sus actividades y de cómo, entre otras cosas, encararon una campaña en Roma contra los fondos buitre. También fueron hablando de sus historias individuales. Fue entonces, cuando Frondizi le contó que había intentado regresar a la Argentina pero no había podido y que ahora estaba pensando hacer un nuevo intento. “La Presidenta lo tomó de la mano y le empezó a enumerar los motivos por los que debía volver. A él se le llenaron los ojos de lágrimas. Todos nos emocionamos”, contó otro de los partícipes de la reunión.

Además de Frondizi, estaban Lita Boitano, de Familiares de Detenidos y Desaparecidos, y Dora Salas, quienes fueron a ver al Papa a una de las audiencias generales de los miércoles en la Plaza de San Pedro y le reclamaron que el Vaticano abra sus archivos de la época de la dictadura y que la Iglesia Católica haga también una autocrítica por el papel que jugó entonces. Ambas se reunieron después con Giuseppe Laterza, el número dos de la Secretaría de Estado del Vaticano, quien les dijo que Francisco le había ordenado que se ocupara de ambas cosas.

Boitano le llevó una de las ediciones especiales del libro de poesías Cielo libre. Imaginar la libertad, que será presentado en la Expo 2015, con las láminas con que lo ilustró Christian Mirra. “La Presidenta miró una por una las láminas y se quedó largo rato acariciando la tapa de cuero del libro”, relataron. CFK también se tomó su tiempo para apreciar las tres pinturas que le dieron del artista plástico Ale- ssandro Kokocinski.

Salas recordó que era el Día del Periodista y recordó especialmente a Jacobo Timerman, padre del canciller, y a su compañero desaparecido, Luis Guagnini. Cristina Kirchner sumó el recuerdo de Raymundo Gleyzer.