Olga Aredes, la Madre de Plaza de Mayo de Jujuy, marchaba a la cabeza de la nutrida columna que hacía la ronda de la Marcha de la Resistencia. Para ella, el nombre de la marcha está bien merecido ya que fue su reincorporación a estas actividades luego de que le extirparan un pulmón. “¿Te imaginás? Yo no me voy a morir así nomás, para darles el brazo a torcer a los Ledesma y Blacquier”, le decía a otra de las Madres que la saludaba. Olga, en realidad tiene desaparecido a su esposo, que fue intendente de Libertador San Martín, en Jujuy, y hace la ronda en la plaza de su pueblo bajo la omnipresencia del poderoso Ingenio Ledesma, uno de los más grandes del mundo. Como lo relata el documental Sol de Noche, los camiones del ingenio fueron usados por gendarmes y militares en la “Noche de los Apagones” para secuestrar a cientos de vecinos durante la dictadura, muchos de los cuales siguen desaparecidos. Todas las tardes, la quema del bagazo de caña cubre de ceniza las calles de Libertador General San Martín y provoca enfermedades del sistema respiratorio. Por esas vueltas del destino, Olga es una de las víctimas de bagazoosis y debió ser operada en octubre pasado. Apenas repuesta, y con un solo pulmón, Olga caminó ayer en la Plaza.
Poco después de comenzar la marcha convocada por los organismos de derechos humanos se produjo una especie de corrida cuando se concertó la entrevista con el presidente Néstor Kirchner. Entraron los dirigentes de los organismos, Abuelas, Madres-Línea Fundadora, Familiares, HIJOS y demás y, un poco por la confusión que se creó, también lo hicieron muchos miembros de esos organismos, con lo que finalmente la delegación tenía más de 30 personas. Kirchner los recibió de manera informal con el ministro de Planificación Federal Julio De Vido y el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. Así, entre otras cosas, recibió pedidos para tres asentamientos de La Matanza y concertó entrevistas para resolver esas situaciones, con su hermana Alicia, ministra de Desarrollo Social, que debían concretarse ayer. Un señor muy mayor, con el retrato de su hijo –un conscripto desaparecido de apellido Palermo– colgado del cuello, miraba con sorpresa la forma en que se desarrollaba la reunión. Es uno de los pocos padres que han acompañado las marchas de las Madres desde sus comienzos y uno de los pocos que están vivos. El hombre, poco acostumbrado a los círculos de poder, se acercó con timidez a Kirchner, le contó que su hijo desaparecido era conscripto y le dijo: “Con todos los años que tengo, nunca he visto un presidente así”.


En medio de la reunión, que se prolongó durante más de hora y media, uno de los jóvenes de HIJOS explicó que el sábado 27 harán un escrache al médico Jorge Héctor Vidal, acusado de participar como médico de la policía bonaerense durante la dictadura en los centros clandestinos de detención Pozo de Banfield y en la Brigada de Investigaciones de San Justo. El joven, que se encontraba en un extremo de la larga mesa, le hizo llegar un volante de los que estaban repartiendo en la Plaza, que dice “Si no hay justicia, hay escrache” donde dan los antecedentes del médico y la dirección donde vive: Robertson 1071, en el Bajo Flores. El escrache será el sábado 27 a las 15 horas, en Plaza de los Virreyes. En un borde del escrito advierte: “No tirar este volante a la vía pública ni la memoria a la basura”.


Algunos medios que no pueden soportar que el presidente Kirchner reciba a los organismos defensores de los derechos humanos trataban ayer de contraponer esta reunión con una versión que indicaba que el Presidente había desairado al embajador norteamericano Lino Gutiérrez y lo había dejado esperando en la Casa Rosada sin recibirlo. Las versiones empezaron a circular y rebotaron en programas de radio. La intención era oponer la reunión de Kirchner con los organismos de derechos humanos y el plantón al embajador Gutiérrez. Las versiones se fueron enredando y finalmente el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, salió al aire para explicar que no estaba prevista ninguna reunión del Presidente con el embajador de Estados Unidos. Gutiérrez se reunió el lunes con Fernández para arreglar los detalles de la visita que hará una delegación de cuatro legisladores del país del Norte. Y al parecer es cierto que efectivamente también estuvo el martes por el mismo motivo, pero no para reunirse con Kirchner sino con Oscar Parrilli.


El miércoles, cuando empezó la marcha, la rotonda estaba repleta y había mucha gente en el resto de la Plaza de Mayo, con puestos de choripán, panchos y refrescos y carpas donde los organismos exponían sus publicaciones y muestras fotográficas de sus actividades. La mayoría era gente que no estaba encuadrada en organizaciones políticas o sociales y fue escaso el aporte de algunos partidos de izquierda. Cuando cayeron las primeras gotas de lluvia, después de la una de la madrugada, la mayoría trató de aguantar. Fueron varios minutos de gotas dispersas. Pero cuando arreció la lluvia, pasada la una y media, muchos se refugiaron bajo los árboles, y las murgas y un grupo grande buscaron amparo bajo la recova del Cabildo. Un grupo de HIJOS con sus banderas continuó la ronda pese a la lluvia. Llovió más de quince horas. Como a las 16 de ayer, la lluvia paró y volvió a juntarse gente que se incorporó a la ronda. En el cierre, las Madres-Línea Fundadora se subieron al escenario y fueron recibidas con el grito de “¡Madres de la plaza, el pueblo las abraza!”. En agradecimiento quizás al esfuerzo que hicieron los que marcharon bajo la lluvia, las Madres respondieron: “¡Hijos de la Plaza, las Madres los abrazan!”.