EL PAíS
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“Lástima que no esté Carrió”
› Por Nora Veiras
–¿Cómo evalúa la discusión sobre la política de transversalidad o no del presidente Kirchner?
–El peronismo fue siempre un movimiento que incorporó a otras fuerzas. La novedad principal es que en este punto particular la transversalidad se da hacia los sectores más modernos, dinámicos y progresistas de la sociedad y no hacia los Alsogaray como ocurrió durante la etapa de Carlos Menem. Yo mismo vengo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que desde su origen convocó a ministros que eran del Frepaso, de ningún partido, del radicalismo y del peronismo. Para la política argentina no es un hecho novedoso, lo que pareciera serlo es que el peronismo convoque al Gobierno a un conjunto de sectores modernos, democráticos, progresistas, pluralistas que plantean la construcción de un modelo alternativo.
–Cuando plantea “la incorporación al peronismo” se puede leer como una coincidencia con la crítica de Elisa Carrió en el sentido de que la transversalidad no es tal sino que es la integración al peronismo.
–No creo que Aníbal Ibarra se incorpore alguna vez al peronismo. Hay muchos sectores –Miguel Bonasso, por ejemplo– que no se van a incorporar al PJ y muchos otros que no son pejotistas aunque sean peronistas.
–¿No cree que hay un riesgo de hegemonismo?
–No sé qué se quiere decir con hegemonismo.
–Ausencia o neutralización de la oposición.
–El problema de construir la oposición no es un problema del Gobierno. El Gobierno trata de convocar a todos aquellos sectores que tienen que ver con el modelo. Me hubiera asustado mucho que al otro día de haber asumido, el Presidente convocara a sectores opositores al modelo que propone, como los menemistas. En mi caso particular coincido con muchas de las cosas que planteó Lilita Carrió. Es una lástima que no la podamos sumar.
–¿Cómo ve la puja entre el kirchnerismo y el duhaldismo?
–En mi gestión y en el gabinete no la veo para nada. En este gobierno hay una cuestión fabulosa, que es que todos los ministros levantan el teléfono para ayudarte. Por ejemplo, la ley para garantizar los 180 días de clase es un trabajo de Aníbal Fernández, llamando a los gobernadores, a los diputados. Alberto Fernández fue el que ató el pago del 100 por ciento del presupuesto universitario.
–¿Qué solución le encuentra al tema piquetero?
–De ninguna manera hay que reprimir. Eso es lo peor que puede pasar. Hay que ver cómo se cumple la ley sin llegar a la represión. Esa es la situación sin retorno. Ya pasó cuando Duhalde era presidente con el caso de la muerte de (Maximiliano) Kosteki y (Darío) Santillán. Hay que encontrar los mecanismos de diálogo pero tampoco se puede esconder la realidad debajo de la alfombra. Hay que tender a resolver las causas y en ese camino lo fundamental es trabajo y educación. La educación tiene que tener un papel más importante en el Plan Jefas y Jefes. Para retornar al mercado de trabajo será necesario un tipo de calificación y estamos atrasados al respecto.
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“Lástima que no esté Carrió”
› Por Nora Veiras