EL PAíS
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Otras voces
- Rodolfo Daer (CGT oficial): “Hay que avanzar en la derogación de la flexbilización laboral, que está viciada de absoluta nulidad. La ley respondió a un modelo neoliberal que precarizó el trabajo. Fue fruto de la imposición de los organismos crediticios como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y, por lo mismo, resultó ardua y duramente combatida por todo el movimiento obrero”
- Aníbal Fernández (ministro del Interior): “Si realmente se puede comprobar que está viciada la voluntad del legislador, hay que tomar una decisión: la anulación o la derogación o lo que sea, pero que no le implique al Estado una ola de juicios. Los responsables de este caso tienen que ir y dar las explicaciones ante la Justicia, aunque tampoco es justo llevarse puestos a algunos legisladores que nada tuvieron que ver en esto, que no participaban de estas porquerías”.
- Manuel Quindimil (jefe del PJ bonaerense): “Hay una presión popular y general para que se anule lo que dicen que se pagó. Los corruptos y cómplices de estos hechos lamentables ya tendrían que haberse ido del Senado”.
- Alicia Castro (diputada Frente para el Cambio): “El proyecto que nosotros presentamos tiempo atrás para derogar la reforma laboral tiene estado parlamentario, puede tratarse mañana mismo. Creo que están todas las condiciones dadas para pedir una sesión especial y que esto se concrete. Es una ley que baja nominalmente el salario, permite por primera vez que se negocie empresa por empresa por debajo del piso del convenio marco, permite que se derogue la norma más favorable al trabajador, vuelve a bajar los aportes patronales y permite que se hagan contratos de trabajo a prueba por un año”.
- Alberto Piumato (Judiciales): “La reforma laboral surgió en cumplimiento de los compromisos con el FMI firmados a fines del ‘97. Tanto el Ejecutivo como el Congreso podrían derogarla sin peligro de que se produzca un vacío legal, ya que tenemos antecedentes en ese sentido”.
- Hugo Moyano (CGT disidente): “Vamos a presentarnos a la Justicia para que se derogue. Los senadores que la votaron son traidores al peronismo y a los trabajadores. No nos convencen aquellos que dicen que votaron por disciplina partidaria, ni los que después de seis meses comenzaron a preocuparse (de los sobornos) para salvar la ropa. Disciplina partidaria, las pelotas. La ley hizo un daño muy grande para los trabajadores. Esperamos que el gobierno nacional lo tenga en cuenta”.
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