EL PAíS
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Autorretrato Supremo
Carmen Argibay pintó su autorretrato al hablar ayer por radio:
- “Si en este momento me ofrecen un cargo de semejante envergadura y yo creo que se puede hacer algo por el país desde ese cargo, creo que también es una obligación como ciudadana, como persona que quiere a este país”, dijo al referirse a las razones por las que aceptó ser postulada para integrar la Corte. “Primero me sorprendió”, “es un gran desafío”, señaló.
- Contó que al reunirse con Kirchner él le dijo “que no quiere una Corte adicta ni nada por el estilo, con lo cual, además, conmigo no contaría si ésas fueran sus intenciones”. “Para mí es una cuestión de principios que los tres poderes tengan cada uno su función. En el momento en que uno de los poderes permite la injerencia, a través de algunos de sus funcionarios o representantes, en otro poder, el estado de derecho se va al diablo.”
- “Yo nunca tuve una actuación partidista”, dijo, “soy absolutamente independiente”, pero igual “en el fondo somos animales políticos”.
- “Hasta ahora la Corte venía con mayoría de varones; si queremos igualarnos un poquito, por lo menos los dos primeros cargos que haya ahora, tienen que ser mujeres”, alentó.
- “Todo el mundo le da bastante mala fama a la palabra feminista, pero yo creo que esto es un grave error. Hay que defender los derechos de las mujeres y pedir la igualdad de oportunidades, porque eso es lo que queremos. Es así, soy absolutamente feminista”, sentenció.
- También cuestionó la corrupción y señaló como una de sus variantes “sumamente grave” “designar en un cargo a alguien que no está capacitado”.
En un momento le preguntaron: “¿Por qué la detiene el Ejército en el año ‘76?”. “¿A mí?”, contestó Argibay con asombro. “Pregúnteselo a ellos, porque a mí nunca me dijeron”, rebatió con altura.
Nota madre
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