EL PAíS
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“Judicatura Machista”
› Por Mariana Carbajal
Carmen Argibay provocó el peor desplante que se recuerde en la carrera del ex presidente del máximo tribunal Julio Nazareno. El episodio ocurrió en septiembre de 2000, durante la apertura de la V Conferencia de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, que se desarrolló en Buenos Aires, en el Centro Cultural San Martín. Ante un auditorio integrado por medio centenar de magistradas de unos cuarenta países (entre ellas una jueza de la Suprema Corte de Canadá y otra del Alto Tribunal de Dublín), Argibay, que en aquel momento presidía el evento y era camarista porteña, le increpó a Nazareno la falta de colaboración de la Corte Suprema para la organización del encuentro. “En algún momento estuve tentada de agregar un panel que se llamara ‘Mujeres Marginadas porque Pertenecen a una Asociación de Mujeres Jueces en una Judicatura Machista’, al ver que la máxima autoridad del Poder Judicial ignoró nuestros pedidos de ayuda”, ironizó Argibay en su discurso inaugural, mientras Nazareno seguía sus palabras con cara de poker. No fue el único desplante. Argibay había ordenado que no se le reservara un lugar en el estrado, donde se iban a sentar las autoridades que hablarían en la inauguración del encuentro, entre ellas, el entonces secretario de Justicia. Finalmente, Argibay cedió, persuadida por otras magistradas. Pero sólo aceptó poner una silla para Nazareno y dejó parado a Adolfo Vázquez, que optó por retirarse antes de la apertura de la conferencia.
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