Si en los sectores considerados como transversales la noticia de la designación de Graciela Ocaña al frente del PAMI fue tomada con alegría, en el ARI la novedad fue una bomba. Eduardo Macaluse, el jefe del bloque del partido que forjó Elisa Carrió, aseguró que la designación tiene como objetivo “desarticular a la oposición” y “tapar el fracaso” de Juan González Gaviola al frente de la institución. Incluso, sus compañeros de bancada quieren que Ocaña renuncie a su escaño y que no se considere su gestión como parte de la colaboración del ARI en el gobierno nacional: “Nosotros no cambiamos, seguimos siendo el mayor partido de oposición”, indicó el legislador a este diario.
Macaluse jura que la designación no lo sorprendió, que ya estaba al tanto de la oferta pero que tenía la secreta esperanza de que Ocaña no aceptara. La gestión de un gobierno para Macaluse puede provocar en los dirigentes políticos la tentación de sumarse por simple honestidad pero también por el poder que generan los cargos públicos. Y para el legislador del ARI en la decisión de Ocaña hay un porcentaje de ambos factores. “Está claro que ella priorizó su carrera personal y es una decisión personal y que coincide con aquello que está de moda en estos tiempos que dice que una sola persona puede contra el mundo. Es respetable su determinación, lo único que le pedimos a Graciela es que no nos involucre”, agregó Macaluse.
Los dirigentes aristas no creen que la diferencia con Ocaña pueda transformarse en una polémica. Insisten con que ella tiene la libertad necesaria como para optar porque “el ARI no es un regimiento”. Eso sí, destacan también que “no se trata de un club donde cada uno hace lo que se le venga en ganas” y recuerdan que hubo un congreso partidario donde se definió cuál va a ser la posición política: “El país necesita una oposición y esto se construye con tiempo y esfuerzo –indicó Macaluse–, no depende de los cargos a los que se pueda acceder ni decisiones de coyuntura. Además, un legislador de la oposición tiene que controlar al Ejecutivo, así que no puede pertenecer al mismo tiempo a los dos poderes”.
Al diputado del ARI le cupo la responsabilidad de ser el vocero del partido, ya que Carrió prefirió mantenerse al margen de la decisión de quien fuera su más estrecha colaboradora y confidente. Macaluse se mostró contrario a la posibilidad de que Ocaña recurra a un pedido de licencia ahora que se hará cargo del PAMI: “Lo que nosotros esperamos es que la diputada tenga la actitud ética que ella siempre reclamó con nosotros y que fue pedirles a aquellos legisladores que asumían puestos en el Poder Ejecutivo que dejen sus bancas”, dijo para luego considerar que si así no ocurre la legisladora estaría cometiendo una “chantada”.
Para el ARI todo forma parte de una magistral jugada política del presidente Kirchner, ya que consideran que el desembarco de Ocaña dejó de lado las razones por la que Gaviola abandona el PAMI y “oculta el primer fracaso de la gestión presidencial”.