EL PAíS
• SUBNOTA › EL DILEMA DE LA DEUDA, EN UN DEBATE MOVIDO
Investigar o no es la cuestión
› Por Claudio Zlotnik
“Acá estamos los que queremos que Néstor Kirchner se suba al caballo blanco. Subirse no significa que sólo se investiguen los ilícitos por los derechos humanos. También que se investiguen a los que robaron el patrimonio público y quienes endeudaron al país.” Pino Solanas cerraba su discurso y los asistentes que colmaban el teatro ND Ateneo se pusieron de pie para aplaudirlo. Era el cierre de cuatro exposiciones que intentaron, con éxito, abordar el tema de la deuda como un problema que condiciona no sólo el presente sino también el futuro.
Solanas había hecho alusión al “caballo blanco”, porque recordó que varios hitos de la Argentina habían sido precedidas por extensos debates: la gesta de José de San Martín al cruzar la cordillera y la decisión de repeler a las Invasiones Inglesas, por ejemplo. Ahora llegó el momento de debatir qué hacer con la deuda. Ese fue el tema convocante de los organizadores a las sesiones en el teatro. Y en líneas generales, entre los panelistas hubo un respaldo al Gobierno en su propuesta de quita del 75 por ciento.
Además del cineasta, los convocados de anoche fueron los economistas Eric Calcagno y Carlos Leyba y el historiador Norberto Galasso. Calcagno utilizó como disparador el hecho de que la reunión era en un teatro para referirse a Ionesco, un autor del género, especialista en el teatro del absurdo, para calificar de absurda la historia de la deuda. “Pasó de cero en 1950 a 7900 millones de dólares en 1976; a 43.000 millones en 1983 y a 140.000 millones en el 2001”. Mencionó entonces que la deuda funcionó como “un mecanismo político” que sirvió a los distintos gobiernos y un fuerte condicionante que jugó a favor de los organismos financieros.
Calcagno salió al cruce de colegas suyos de la ortodoxia que reclaman mejorar la oferta. Por el contrario, sugirió algunas medidas audaces, como imponer un impuesto a la renta financiera y otro a los 120.000 millones de dólares de los argentinos en el extranjero. Galasso sumó el pedido de una consulta popular para que se investigue la legitimidad de la deuda. Precisó que la historia de la deuda externa arrancó en 1824, con el empréstito de la Baring. Historia que está colmada de “estafas y corrupción”, ya que la mayor parte del endeudamiento no tuvo contrapartida.
Carlos Leyba fue muy crítico del sistema de AFJP. La privatización del sistema jubilatorio ayudó a acrecentar la deuda. “La prioridad es determinar los causantes que la originan para evitar que siga en aumento”, reclamó, al pedir la anulación de ese régimen. En el cierre, Solanas cargó contra los legisladores que no investigan la legitimidad de la deuda. A pesar de las pruebas dejadas por Alejandro Olmos y del fallo del juez Ballesteros. Justamente, con ese testimonio había comenzado el debate, a través de la proyección de un video.
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