Por A. M.

La declaración indagatoria del empresario Oscar Marocco se había hecho tan extensa que el Tribunal Oral en lo Penal Económico 3, que lleva adelante el juicio contra el matrimonio Fassi Lavalle, decidió continuar las audiencias por la tarde. Pero apenas comenzaron las preguntas de la fiscalía tuvieron que pasar a un cuarto intermedio hasta hoy. La razón: al juez Héctor Acuña le subió la presión y tuvo que retirarse. Hasta ese momento, Marocco había tratado de despegarse todo lo posible de los Fassi Lavalle. Este empresario era dueño de El Paraíso de la Costanera, donde funcionó Sky Ranch, el boliche fashion que los Fassi manejaron durante los ’90. También era propietario del Bingo Belgrano.
Marocco, asistido por el abogado Mariano Cúneo Libarona, está acusado de haber sido parte de una asociación ilícita que habría encabezado Omar Fassi Lavalle para evadir impuestos. Con la ayuda de una agenda electrónica y de su pasaporte, señaló que se pasaba más de la mitad del año afuera del país. En tal sentido apuntó que “el ojo del accionista”, es decir su hombre de confianza en Sky Ranch, era Alejandro Torriani, otro imputado. “No cumplió bien con su tarea, fue negligente y poco operativo”, afirmó Marocco sobre Torriani, de quien aseguró ser amigo de la infancia.
Cuando el TOPE 3 abrió la ronda de indagatorias fue el primer convocado, pero no quiso hablar porque no estaba Cúneo Libarona. Ayer, el empresario insistió en que en el allanamiento de su domicilio la Justicia no encontró ninguna documentación de Sky Ranch, como tampoco en otros procedimientos. Y deslizó que en la caja encontrada en el patio interno de sus oficinas aparecieron listados “que pudo haber inventado cualquiera”. Sin embargo, una fuente del caso aseguró a Página/12 que el contenido de esa caja lo compromete. “Cuando empezó la causa le pregunté al matrimonio por la evasión y me dijeron que era un problema con la DGI que iban a solucionar”, dijo Marocco. “No me quedé tranquilo, y terminé declarando ante el juez después de Omar Fassi Lavalle”, agregó.