EL PAíS
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“Si sos ilegal no tenés posibilidades”
› Por Mariana Carbajal
Javier Evequoz, de 18 años, está desilusionado. “Uno viene acá con el propósito de aspirar a algo más ..., pero aunque tenga buenas notas si sos ilegal no tenés posibilidad de nada”, contó desde su casa. El 15 de octubre, Javier fue sorprendido con una carta del Departamento de Educación de la Florida. Le comunicaban que estaba dentro del 20 por ciento de estudiantes del Estado con mejores calificaciones y podía presentarse en el programa Becas de Grandes Talentos, para ingresar a la universidad subvencionado. Además de estudiar, Javier trabaja tres veces por semana en un local de McDonald’s. Pero ni él ni el resto de su familia tienen sus papeles en regla, requisito indispensable para concursar la beca.
“Sería una pena que no pueda conseguirla. Nosotros no estamos en condición de pagarle la universidad”, señaló su madre, Elizabeth Damico. Ella prepara comidas en su casa y cuida chicos. Su esposo es chofer de una empresa que vende muebles. Están en Miami desde febrero de 2000. “De a poquito fuimos progresando. El primer día no teníamos colchones y dormimos sobre la alfombra. Durante un tiempo comimos arriba de cajas hasta que pudimos comprarnos una mesa. Por suerte, ahora pudimos mudarnos a un departamento más grande en una zona más linda. Si tenés trabajo, podes ir progresando”, indicó Elizabeth. Su último trabajo en Buenos Aires fue en el Grupo Siembra, como vendedora de seguros de retiro y AFJP. Además de Javier, tiene dos hijos chiquitos –uno de dos meses– y otra, de 19, que acaba de solucionar su status inmigratorio casándose con un novio cubano.
En Ramos Mejía, donde vivían antes de emigrar, Javier y su hermana mayor iban a la Escuela Argentina del oeste, donde tenían media beca, y su madre pagaba 400 pesos por mes entre los dos. En Miami, Javier está terminando su secundario –en inglés– en la escuela pública Coral Park Senior High. Todas sus notas son “A” y “B”, equivalentes en nuestro sistema de calificación a 9 y 10, y 8, respectivamente. “Acá es más fácil porque son menos materias, tengo seis, y algunas las elijo”, comparó.
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