EL PAíS
• SUBNOTA
Por qué con Menem y Duhalde
–Usted fue el segundo de Carlos Corach en el Ministerio del Interior durante el gobierno de Menem. ¿Se arrepiente de su paso por el menemismo?
–No me arrepiento. Lo que sí es que en el ’97 renuncié al cargo de viceministro por oponerme a la re-reelección de Menem. A mediados del ’98 asumí como jefe de campaña de (Eduardo) Duhalde y discrepamos con Corach sobre la re-reelección.
–También trabajó con Domingo Cavallo, ¿no es así?
–Con Cavallo sí, estuve con él en la elección del año 2000. Desde un sector del peronismo apoyamos la candidatura Cavallo-Beliz.
–Algunos organismos de derechos humanos recordaron que en esa campaña, Cavallo y Beliz impulsaron la política de tolerancia cero. ¿Usted lo compartía?
–No me acuerdo. Además esas consignas son siempre tan... ¿no?
–Bueno, entonces le preguntamos qué opina.
–Cuando dicen mano dura, tolerancia cero... si eso significa apartarse de la ley estoy en desacuerdo. Creo que es absolutamente compatible el respeto de los derechos humanos con la política de seguridad. Puede haber alguna tensión en algún momento pero no son cosas contradictorias. Entonces, si tolerancia cero significa violar la ley o mano dura estoy en desacuerdo.
–Estuvo con Menem, con Duhalde, con Cavallo. ¿Cómo se define hoy políticamente?
–También durante la época del Proceso, con otros abogados de la Asociación fundamos la agrupación Proa, que presentó hábeas corpus por los detenidos. Tuve una participación activa en lo que fue la presentación del Partido Justicialista ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su visita del ’79. Me defino como peronista de toda la vida.
Nota madre
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