–¿Por qué se hizo peronista?
–El peronismo es un gran contenedor de pasiones e ideas. Cada uno abraza al peronismo por los motivos que cree que el peronismo es.
–¿Cuál era su peronismo?
–Tenía algo de socialismo, un costado fuertemente redistributivo (en eso pienso en Evita) y un costado nacional. Era una alternativa solidaria, no internacionalista como puede ser el socialismo marxista. Después vino el episodio Malvinas, que para mí fue muy importante.
–¿En qué sentido?
–Más allá de la utilización que pudo haber, me marcó lo nacional en el sentido criollo. Un ejemplo fue mi trabajo, en los últimos meses, en la Procuración del Tesoro. Seguí la idea de defender el interés nacional. Porque primero se privatizaron los servicios y después la jurisdicción, y algunos querían privatizar la defensa del Estado para cerrar el círculo.
–¿En el ’83 votó por Italo Luder?
–Sí.
–¿Se arrepintió? Luder no hubiera hecho el juicio a las juntas.
–Reivindico esa decisión de Alfonsín.