EL PAíS
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Verde y Azul
› Por Horacio Verbitsky
Con su uniforme de general de cuatro estrellas cubierto de condecoraciones ganadas a expensas de mucho dolor ajeno, se sentó en la primera fila. Era una presencia extraña e inquietante en el salón del Hotel Biltmore de Coral Gables, que simula una sinagoga medieval andaluza. Cuando dije que la militarización de la seguridad interior que el Comando Sur propicia es una política equivocada y peligrosa, el general Charles T. Hill sacó su lapicera y anotó algo. Esa misma noche del 3 de octubre, durante la recepción de clausura de la conferencia de las Americas, organizada por el diario Miami Herald, Hill se presentó y me explicó su punto de vista.
Este hombre con poder de fuego para arrasar ciudades enteras habla en forma pausada, como un abuelo cordial. No nos pusimos de acuerdo y la discusión atrajo el interés de otros asistentes, entre ellos el columnista del diario organizador, Andrés Oppenheimer. Como buen periodista propuso: “¿Por qué no la seguimos en mi programa?” Ese debate, grabado dos semanas después, se transmitirá hoy en la emisión de medianoche de Oppenheimer presenta.
Hill se reservó la última palabra en el programa y yo haré lo mismo en esta página. Su pretensión de que es posible quitarle a un hombre el uniforme verde, colocarle el uniforme azul y lanzarlo a la calle en una nueva función, omite que militares y policías participan de dos formaciones, culturas y misiones distintas, cosa que los norteamericanos tienen bien presente puertas adentro. Hill cree que hacen falta más policías porque América Latina es la región más violenta del mundo. Pero omite que también es la más injusta, como si la desigualdad fuera un dato indiferente.
Respecto de su afirmación de que sobran militares y faltan policías, la realidad argentina lo refuta: las Fuerzas Armadas sólo tienen 70.000 efectivos, contra 195.000 de las distintas policías y fuerzas federales de seguridad, sin contar las privadas. La desmentida de Pardo Maurer sobre las palabras de Pampuro tampoco se sostiene. Las citas de medios tan distintos como La Nación, Clarín, Ambito financiero y Página/12, en sus respectivas ediciones del 14 de septiembre, sólo tienen mínimas variaciones de lenguaje. Pampuro lo dijo y nunca lo desmintió.
Mi completo desacuerdo con el general Hill y con Pardo Maurer no me hace perder de vista el alto valor cívico que tiene la disposición de dos funcionarios de su nivel a discutir con representantes de la sociedad cuestiones vitales para nuestros pueblos. Corresponde a cada país y a una alianza regional rechazar esas propuestas del Comando Sur y del Pentágono y evitar sus penosas consecuencias. La reelección de Bush torna insoslayable esta decisión. El próximo capítulo se escribirá dentro de unos días en la reunión de ministros de Defensa de Quito, donde la mayor presión se ejercerá para que la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Ecuador se desdigan de la posición que fijaron el 13 de septiembre en Buenos Aires y que ratificó los roles diferenciados de militares, en la defensa nacional, y policías, en la seguridad interior.
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