En los últimos días, los luchas gremiales han recuperado espacio dentro del conflicto social. La tendencia parece encarnar un cambio con respecto a las relaciones laborales en los ’90. Además del conflicto de los telefónicos, que ayer entró en un principio de solución, esta semana se producirán otras protestas con impacto garantizado en los medios. A partir de mañana, los docentes bonaerenses cumplirán con un paro de 48 horas en reclamo de aumento salarial y mayor presupuesto educativo. La medida es convocada por el Suteba y la FEB, los dos sindicatos docentes de la provincia. El gobierno provincial de Felipe Solá estudia sancionar o multar a los dos gremios porque, aseguran en La Plata, no acataron la conciliación obligatoria. Desde los gremios, en tanto, denunciaron que la gobernación pretendería enviar inspectores a las escuelas para calcular el monto de las multas. La semana comenzará con otro conflicto, esta vez en el transporte, que afectará a miles de pasajeros: los empleados de subte retomarán el paro que habían suspendido, aunque aún no definieron a qué hora comenzará y cuánto durará la medida de fuerza. Lo que está confirmado –así lo transmitió ayer el delegado de la línea C, Néstor Segovia– es que la huelga se cumplirá en las cinco líneas de subtes y el Premetro.